Miles de investigadores, científicos y becarios del Conicet protestaron este miércoles en el Polo Científico y Tecnológico de Palermo, en Buenos Aires, y en distintos puntos del país, para rechazar los fuertes recortes presupuestarios en ciencia y tecnología. Con carteles que decían “No al cientificidio” y aludiendo al cómic de El Eternauta, los manifestantes denunciaron la crisis en el sistema científico argentino.
Con guardapolvos, máscaras y trajes de laboratorio, los manifestantes alertaron sobre el atraso salarial, la falta de subsidios, el recorte de becas y la parálisis en el ingreso de nuevos investigadores. También reclamaron diálogo con el Gobierno y advirtieron sobre las consecuencias a largo plazo para el desarrollo del país.
“El salario de un investigador argentino es un tercio del que se paga en países vecinos”, dijo el decano Guillermo Durán (UBA), quien alertó que cada vez más jóvenes abandonan o descartan la carrera científica por falta de respaldo estatal. “Esta crisis desalienta vocaciones y pone en peligro el futuro de la ciencia en Argentina”, agregó Ana Arias, decana de Sociales.
Según un informe del grupo EPC, el presupuesto para ciencia en 2025 será solo del 0,153% del PBI, muy por debajo del 0,45% que establece la ley votada por el Congreso en 2021. Esa caída equivale a una baja del 55,5% en diez años. El Conicet perderá un 34,7% en ese mismo período, mientras que los fondos para becas y salarios caerán este año un 22,7% y 28,4% respectivamente.
Además de reclamar más presupuesto, los manifestantes denunciaron un “desmantelamiento” en instituciones clave como el Conicet, el INTA y ARSAT. Desde la Facultad de Veterinaria aseguraron que un 30% de su personal renunció por los bajos sueldos. “Queremos que el país no se quede sin ciencia ni futuro”, expresaron al cierre de la jornada.