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jueves, marzo 28, 2024
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“Votar a Macri es suicidarse”, según la UIA

Dada la severa recesión, este descontento también es expresado por muchos otros sectores. Sin embargo, las frases mencionadas revelan el grado extremo de oposición que caracteriza a este sector y por descarte, el modelo económico dentro del cual quisiera operar con el próximo gobierno.
Las opciones que por el momento están abiertas para que los argentinos elijamos son dos: el actual modelo económico, o el modelo kirchnerista. Por el momento no existe una tercera opción para someter al juicio de las urnas.
La oleada de críticas al actual gobierno está viva y presente y no encuentro sentido repetirlas salvo expresar que personalmente adhiero a muchas de ellas. Sin embargo, la opción preferida por la UIA sin duda nos hundiría en un pozo profundo que acabaría por dividir la sociedad eliminando de esta manera las posibilidades de mayor cohesión y un desarrollo más sustentable.
¿Porque la UIA parece inclinarse por el modelo económico kirchnerista? Mi respuesta: porque fue bajo este modelo que obtuvo rentas espurias millonarias es decir, ingresos obtenidos sin tener que trabajar y competir en el mercado. El Sr. Moretti nos ofrece un ejemplo de políticas arbitrarias que quisiera ver implementada. Propone que por Decreto y con el propósito de compensar la pérdida salarial, los bancos le presten a las PYMES a una tasa del 1% anual! De esta manera y dada la enorme diferencial con las actuales tasas de mercado, las PYMES beneficiadas aumentarían sus ingresos en alrededor de 50% sin tener que agregar un gramo de esfuerzo físico o intelectual en su obtención.
Las políticas arbitrarias kirchneristas como las del ejemplo, resultaron en enormes beneficios para el sector industrial. Dada nuestra mala memoria quiero recordar solo un par de ellas incluyendo el control de cambios y las restricciones cuantitativas sobre las importaciones.
Aproximadamente estas políticas se tradujeron en un subsidio equivalente de entre 30% y 50% (dependiendo fundamentalmente de la diferencia entre el dólar oficial y el paralelo) sobre el valor de las importaciones una parte importante de las cuales fueron insumos y bienes de capital para este el sector industrial. La cifra resultante de multiplicar la tasa de subsidio por el valor de estas importaciones asciende a miles de millones de dólares y por lo tanto, es más elevada que la abarcada por todas las causas de corrupción abiertas actualmente por la justicia.
A través de las restricciones cuantitativas el gobierno kirchnerista decidía que empresas tendrían permisos de importar y obtener el beneficio espurio y cuáles no. En el capitalismo de amigos el gobierno asume el poder político y el económico y comparte los beneficios con sus amigos. Así funciono la ONCCA y así funciono la Secretaria de Comercio.
Quizás algún día la Justicia indague quienes fueron aquellas empresas que recibieron permisos discrecionales de importación y que mecanismos corruptos aceitaron la relación entre los burócratas arbitrarios que en ausencia total de criterios decidían quienes podrían importar y cuales empresas y empresarios se harían acreedores de beneficios espurios.
A través de políticas arbitrarias, el sector industrial altamente protegido ha metido sus manos en los bolsillos de todos los argentinos y pareciera que no quieren volver a ganar sus ingresos con el sudor de su trabajo. Es hora de que estas empresas empiecen a sacar las manos de nuestros bolsillos compitiendo más arduamente y bajando los precios pagados por los consumidores.
Por Julio J. Nogués, para ÁMBITO

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