Un joven australiana comenzó a morderse las uñas tras sufrir de bullying en el colegio. Con el paso del tiempo, su manía le provocó una especie de cáncer de piel que ha desembocado en la amputación de su dedo pulgar.
Courtney Withourn, de 20 años, se comió la uña del pulgar completa. A partir de allí, su dedo empezó a volverse negro y por verguenza se lo ocultó a sus padres. Cuando acudió al médico, descubrieron que había desarrollado una especie de cáncer, conocido como melanoma subungueo lentiginoso acral, según informa el ‘Daily Mail’.
A pesar de haber pasado por varias cirugías para eliminar el cáncer que intentaban salvar su pulgar, los médicos se han visto obligados a amputarlo. Además, su médico explicó que Courtney desarrolló el cáncer a raíz de una lesión causada por su hábito de morderse las uñas, aunque otros médicos se muestran en desacuerdo con él./La 100 Radios
