Es venezolano y toca solo “para volver a estar a ella”. Gabriel Martínez, un joven que llegó a Tucumán hace unos días, hace sonar su acordeón todas las tardes solo por unas monedas. ¿El motivo? Juntar dinero para viajar y reencontrase con su novia que emigró de Venezuela a Estados Unidos hace dos años.
“Yo salí de Venezuela porque estaba dificultoso. Toco para estar con ella porque cada vez que me levanto o suena mi alarma, cada movimiento, lo hago por ella porque nada es imposible para un enamorado”, relató el joven.
Hace tres semanas llegó de Venezuela a la Argentina. “Primero me iba a Chile, el día que llegue se inventó una visa para venezolanos y no pude quedarme. Fui a Perú pero las cosas para nosotros están tensa, el país está sobrecargado y así como emigra gente buena también mala, imagínate a todos en el mismo saco”, contó el joven sobre la situación que viven muchos de los que deciden irse del país en búsqueda de nuevas oportunidades.

Ese recorrido no lo hizo gratis: “tocando el acordeón hice el dinero para vivir y poder seguir. Llegue a la Argentina y me dieron tres meses. Estoy haciendo el dinero para poder viajar estar con ella, aquí me ayudaron mucho me estoy enamorando del país. Estuve en la quiaca, quería seguir viajando vi el mapa, señalé y caí en Tucumán quiero estar en uno o dos meses y luego ir a Uruguay para tramitar una visa y viajar a Estados Unidos”, detalló.
De oído
Gabriel tenía 11 años cuando empezó a tocar el acordeón. “Fue de oído. Todos colaboraron para comprar el instrumento”, reveló.
Empezó a estudiar psicología, y aunque le gustaría continuar hoy prefiere juntar dinero y poder reencontrarse con su novia. “Mi hermana está en España, yo me vine a la Argentina, y mis padres quedaron en Venezuela. En algún momento estaremos tofos juntos”, cerró. (LV12)