“Los tucumanos reaccionan cuando se produce una muerte. Nadie se puede sorprender por lo que pasa. El sur de la capital está abandonado y sus habitantes viven con el corazón en la boca por culpa de los delincuentes. Así será común que ocurran este tipo de crímenes”, indicó María Laura de García, vecina del lugar donde fue asesinado el operario de CCC.
Tranquilidad perdida
Desde el 1 de enero al 18 de marzo de este año, se produjeron 31 homicidios, uno menos que el año pasado. Sin embargo, en este lapso se registraron 24 homicidios en situación de robo, un 140% más que el año pasado, en el que se tuvo conocimiento de 10 casos de ese tipo.
“Villa Amalia, San Cayetano y La Ciudadela dejaron de ser barrios tranquilos. Hay muchísimos robos y los policías brillan por su ausencia. Por eso se incrementan los homicidios”, destacó el mecánico Fernando Tolaba. En lo que va del año, 10 tucumanos murieron cuando fueron asaltados. En idéntico período de 2018, se produjeron siete.
Asaltantes abatidos
“La gente está diciendo basta. Ya no alcanza con vivir tras las rejas o tomar todos los recaudos necesarios para defendernos. Tucumán se está convirtiendo una tierra de nadie”, dijo Luciana Fernández. En este 2019, perdieron la vida 11 supuestos asaltantes. Todos fueron ultimados por sus víctimas o terceros. En 2018, también desde el 1 de enero al 18 de marzo no se produjo ninguno de estos casos.
También se incrementó el número de ladrones abatidos por la Policía. En lo que va del año se produjeron 3, mientras que en 2018, 2. Ninguno de los uniformados que participaron estas muertes se habrían excedido en sus funciones.
La Gaceta
