Una tragedia sacudió la Copa Libertadores este jueves. Minutos antes del partido entre Colo-Colo y Fortaleza, dos jóvenes murieron aplastados por una reja metálica en las afueras del estadio Monumental de Santiago. Las víctimas fueron un niño de 13 años y una adolescente de 18, según confirmaron medios locales.
La Policía de Chile reprimió con carros lanzaaguas a hinchas que intentaban ingresar al estadio. Según testigos, la presión del agua habría provocado la caída de una verja perimetral, que aplastó a los dos jóvenes. Uno fue trasladado con vida a una clínica, donde falleció horas después. La otra víctima murió en el lugar.
Este viernes, la Fiscalía de Chile imputó a un carabinero, en el marco de la investigación que busca determinar si un camión lanza gases pasó por encima de los cuerpos mientras yacían en el suelo. El fiscal Francisco Morales confirmó que se investiga la intervención policial como posible causa directa de las muertes.
La noticia generó tensión en el estadio. A los 72 minutos del partido, hinchas de Colo-Colo invadieron el campo al enterarse de los fallecimientos. El árbitro suspendió el encuentro. Jugadores de Fortaleza corrieron a refugiarse por miedo a agresiones. La Conmebol emitió un comunicado expresando su “profundo dolor” por lo ocurrido.
Desde Fortaleza, club visitante, aseguraron que todo el plantel y cuerpo técnico están fuera de peligro. El próximo partido de Colo-Colo será ante Racing Club, el 22 de abril, en el mismo estadio.