Así lo manifestó el arrendatario Lucas Terán quien contaba con dos socios que al momento de afrontar la crisis por la que atravesaba la fábrica lo abandonaron, según denunció en el programa matituno de Canal 10, Los Primeros. Además, acusó que pidió ayuda a los ingenios vecinos recibiendo solo malos tratos.
Desde el Sindicato que nuclea a los cerca de 400 operarios aseguran que la deuda que mantiene la fábrica en sueldos, servicios y proveedores asciende a los 133 millones de pesos. Terán rechazó esta cifra y habló de operaciones en contra que el ingenio siga moliendo.
“Tengo vecinos muy poderosos” expuso Terán, detallando que frente a los diferentes problemas por los que atravesó la fábrica en la campaña 2017 decidió pedir ayudar a otros industriales. “Uno hasta me maltrató” contó.
Tras hacerse cargo del arriendo, junto a otros dos socios más, para evitar que la fábrica quebrara, tal como lo tenían previsto, se suscitaron diversos problemas técnicos desde la ruptura del molino, lo que es muy inusual que se de, y también de la caldera.
La difícil situación espantó a los dos socios con el que había iniciado el arriendo, quienes decidieron dar un paso al costado dejando a Terán como el único responsable de la fábrica y de sus casi 400 operarios. De ellos son 25 los que están trabajando de manera permanente. A ellos, aseguró el arrendatario se les vino pagando con anticipos, debiendo ahora sólo el mes de octubre, aguinaldo y las vacaciones, situación muy distinta plantean desde el Sindicado desde donde aseguran que los trabajadores no cobran desde septiembre.
Todo esto es parte, según Terán, de una operación para evitar que la fábrica muela. Pese a eso resaltó que este año habrá molienda y se terminarán de pagar los meses adeudados a los empleados.
