Un puente circular en medio del agua, una zona de embarcadero con rampas para que sea accesible a todos, un paseo de costanera que gane espacio de circulación y que permita pasear sin tropezar con piedras, un gran salón que sirva tanto de restaurante como para congresos y convenciones. Son las principales propuestas para transformar El Cadillal en las que está trabajando el Ente Tucumán Turismo.
Para ello cuenta con un masterplan desarrollado por la firma de arquitectos Aguirre+Vázquez, que en su informe dejó al desnudo el estado de abandono en que se encuentra una zona que bien podría ser el centro de una intensa explotación turística para beneficio de los tucumanos.
Mientras en otras provincias, como Salta, San Luis o Córdoba, el turismo florece en diques como Cabra Corral, Potrero de los Funes, San Roque (el de Carlos Paz) y más cerca todavía, el Frontal, de Las Termas de Río Hondo, en Tucumán El Cadillal ha ido languideciendo de a poco, sumergiéndose en la basura y en el vandalismo y aplastando las iniciativas privadas que buscan ofrecer servicios turísticos. Un ejemplo de esto último es el catamarán Arquímides, que dejó definitivamente las aguas del lago a causa de los continuos robos.
El ambicioso proyecto se llevará a cabo en tres etapas, en un plazo estimado de dos años y por un monto total cercano a los 90 millones de pesos.
Sectorización
El presidente del Ente de Turismo, Sebastián Giobellina, destacó que se optó por un masterplan porque El Cadillal no es un producto turístico convencional. “En pocas hectáreas están concentradas múltiples ofertas y una gran variedad de actividades, según los intereses del público y según su edad. Vamos a diseñar espacios sectorizados: una zona de balneario, con playa, alejada del área de navegación; un paseo público de costanera; un embarcadero más accesible, con rampas, y que sea la salida para los deportes náuticos; y los espacios culturales, que ya existen (museo y anfiteatro) a los que se dotará de mejor infraestructura”, detalló.
A fines de abril se licitarán las obras de la primera parte del plan, que consiste en un restaurante amplio, de paredes vidriadas, ubicado al lado del espejo de agua, en el sector conocido como Puerto Argentino, donde está también el anfiteatro. “El corazón de este plan va a ser la gastronomía -afirmó Giobellina-, la idea es que los tours que hacen el circuito chico lleven allí a los turistas a tomar un café o a comer. Y también que los tucumanos puedan ir a almorzar o a cenar, en un buen lugar, con una hermosa vista. A unos 20 minutos del centro (El Cadillal está a 25 kilómetros de la capital) se puede estar ya en un lugar totalmente distinto, tranquilo, relajante”.
Se estima que el restaurante puede estar terminado para diciembre y ya funcionando para la próxima temporada de verano.
Giobellina destacó que también se incorporarán mejores servicios para los visitantes, como buenos baños públicos y un amplio sector para el estacionamiento de todo tipo de vehículos: desde autos particulares hasta las combis y colectivos turísticos. Se prevé una suerte de miniterminal de ómnibus en la zona.
Además, la ruta de acceso, a partir del arco de entrada, será iluminada con 70 luminarias led, informó Giobellina.
Etapas siguientes
En una segunda etapa se harán las caminerías, con espacios para la circulación peatonal y en bicicleta, y se colocará un techo transparente sobre el anfiteatro, entre otras mejoras.
La etapa final, que implica un gran movimiento de tierra, será la del acceso al agua. Es decir, una zona de embarcadero -alejada de la zona de playas- y un puente peatonal al que se podrá acceder por rampas.
Prioridades
La expectativa del Ente de Turismo es transformar El Cadillal de tal manera que este primer paso que se apresta a dar el Estado sea seguido por la actividad privada. Lo que el plan maestro no contempla, y tal vez debería ser parte de las prioridades, son el tema de la seguridad, para evitar el vandalismo que tanto daño hace en ese y en otros destinos turísticos y el de la disposición final de la basura, asunto que le compete a la comuna de El Cadillal, para que los residuos no contaminen el lago.
Fuente: La Gaceta