En 2019 se hablaba ya de una Corte “eximida” de hacer Justicia cuando solo un 20% de los vocales expresaban nítidamente la separación ente la esfera política y el Poder Judicial. Un año después, todos escuchábamos al vocal de la Corte, Daniel Leiva, intentando coaccionar al juez Pedicone y refiriéndose a Fuerza Republicana como “ese espacio que nos es funcional”._ La aclaración no resulta nada nuevo para lxs tucumanxs en realidad.
El pedido para “que siga picando bajo, volverlo a donde tiene que estar” en claras referencias al expediente penal -por abuso sexual- contra Bussi, es solo una expresión más que va a parar a la lista de los favores políticos que se hacen en el archivado de causas cuya Verdad nunca saldrá a la luz si involucra a amigos del poder. Sí, amigos. Generalmente varones y generalmente con altos cargos según cuanto se entreguen a la causa de turno. Eso tampoco nos sorprende ya a las tucumanas. Pero entonces Pedicone denunció al vocal de la Corte por presunto tráfico de influencias Y AHÍ SÍ FUE NOTICIA. No porque el abuso sexual le importe a alguien, o los otros delitos de quien lidera Fuerza Republicana, sino porque se hacía evidente y a groso modo, la coacción que ejerce el Ejecutivo sobre el Poder Judicial, y viceversa.
“Un pedido del gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo” , se escuchaba decir a Leiva en el audio que fue de público conocimiento.Ya lo hemos dicho, “ESO ES EL PATRIARCADO”: la concentración de poder –político y económico- y sus altos niveles de privilegio y protección que se dan en nombre de la gobernanza y que posibilitan la complicidad y los pactos de silencio entre instituciones obedientes al mandato masculino.
¿Un nuevo pacto de Impunidad entre Manzur, Jaldo y Bussi? ¿Entre Manzur y Leiva? ¿Leiva y Pisa? (No olvidemos que el juez Pisa le había denegado a Pedicone regirse bajo el nuevo Código, como ordenaba la ley, y con ello se denegaba su rol de querellante). Es también quien desestimó las grabaciones como prueba. Y es, “sobre todo”, el juez que nunca durante 14 denuncias que formalizó Paola Tacacho impidió que la mataran en la calle.
Desde TUKAMANA esto es lo que denunciamos: la Protección para los amigos abusadores. La impunidad para Bussi y Alperovich que cuentan con causas en proceso por denuncias de abuso sexual y continúan ejerciendo sus lugares de poder. El GRAN DAÑO que le hace a la sociedad toda que descree cada vez más de la institucionalidad como una especie de árbitro en el caos. Esto es lo que la Justicia, patriarcal por excelencia, está dispuesta a hacer para proteger a sus cofrades. Pero nunca con la misma voracidad a las mujeres, que resultamos en última instancia las víctimas de un sistema mayúsculo perverso y donde nuestros gritos de justicia por los femicidios resultan silenciados, prácticamente inútiles, bajo todo este tejido de poder para-estatal que vulnera y somete. Leiva había dicho: “hay un interés en que no se llegue al punto de que al tipo lo tengan que detonar de adentro de la Legislatura”. Victoria para Bussi y los amigos del poder. No estamos ni cerca de llegar a ese punto todavía.
Belén Barcala/ Tukamana: Mujeres Organizadas
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