Esta mañana, el gobernador Osvaldo Jaldo encabezó el acto inaugural del nuevo penal en Benjamín Paz, acompañado por autoridades provinciales y judiciales. La apertura de esta cárcel marca un hito en el sistema penitenciario tucumano, diseñado para mitigar la histórica crisis de superpoblación carcelaria, que afectaba también a las comisarías de la provincia. Desde hoy, se iniciará el traslado de 700 detenidos, reduciendo en un 50% el hacinamiento.
El evento también destacó la incorporación de 1.000 nuevos agentes al Servicio Penitenciario, lo que eleva su plantel a 3.000 efectivos. El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, señaló que el proceso de selección priorizó la calidad y el profesionalismo, aunque reconoció que no se alcanzó el objetivo inicial de 4.000 agentes debido a las exigencias de los exámenes.
Entre las innovaciones del penal, se encuentra la implementación de armas no letales para los guardiacárceles, un hecho inédito en Latinoamérica, y un paso hacia un modelo penitenciario más humanizado. Además, se entregaron vehículos para mejorar la logística del sistema penitenciario.