KABUL.-El ataque tuvo lugar en la calle Shar e Nau, fuertemente vigilada por ubicarse en un barrio céntrico donde se encuentran comercios y edificios del Gobierno, la legación de la Unión Europea y varias embajadas, cuando un suicida empleó una ambulancia para superar un control de seguridad. Dijo a la policía que iba a llevar a un paciente a un hospital cercano y luego, al ser interceptado en el segundo puesto de control, hizo estallar los explosivos, contó Nasrat Rahimi, viceportavoz del Ministerio del Interior.
Se trata del segundo atentado grave de los talibanes en la ciudad apenas una semana después del ataque durante 17 horas de seis talibanes contra el gran hotel Intercontinental donde murieron al menos 20 personas.
La explosión se pudo sentir en toda la ciudad, según el canal Tolo News. Las imágenes del lugar del atentado muestran fachadas con puertas y ventanas destrozadas y carteles de tiendas hechos añicos. Sobre el asfalto cubierto de cristales y cascotes se podían ver cadáveres cubiertos y sin cubrir.
“Es una masacre”, expresó en Twitter el director de la organización humanitaria italiana Emergency, que gestiona una clínica para heridos de guerra.
Poco después, Emergency dijo que no podía atender a más pacientes. En las imágenes se veía cómo médicos y enfermeras atendían a pacientes en el jardín.
Los talibanes se responsabilizaron del ataque con un mensaje en Twitter. Además sostienen haber matado o herido a más de 80 policías.
La situación de la seguridad en la capital afgana ha empeorado significativamente desde el fin de la misión de combate de la OTAN en diciembre de 2014. Durante el año pasado se perpetraron más de 20 atentados graves de los talibanes o la milicia terrorista Estado Islámico (EI). Más de 500 personas murieron en esos ataques.