La tensión entre Irán y Estados Unidos escaló a un nuevo nivel. Este lunes, Irán lanzó un ataque con misiles contra la base aérea de Al Udeid, en Qatar, la mayor instalación militar estadounidense en Medio Oriente. El régimen de Teherán lo confirmó como una represalia directa por el reciente bombardeo contra instalaciones nucleares iraníes.
La ofensiva, calificada por Irán como “devastadora”, no dejó víctimas ni heridos entre el personal estadounidense, según informaron fuentes oficiales en Washington. Sin embargo, el impacto político y militar es alto. El gobierno iraní advirtió a EE.UU. sobre el ataque horas antes, mediante canales diplomáticos, en un intento por evitar una reacción inmediata.
Qatar condenó el hecho como una “violación flagrante” de su soberanía, mientras su Ministerio de Defensa reportó que varios misiles fueron interceptados por sus defensas aéreas. Al Udeid alberga a más de 10.000 soldados y es el centro de operaciones del Comando Central de EE.UU. en la región.
La escalada bélica ocurre luego de que Israel intensificara ataques sobre Teherán, y en un clima de creciente hostilidad regional. Desde Irán, altos mandos militares y asesores del líder supremo amenazaron con atacar otras bases estadounidenses si continúa la ofensiva.
Otro foco de alarma es el estrecho de Ormuz, punto estratégico para el comercio global de petróleo. Teherán insinúa su posible bloqueo, lo que genera tensión en los mercados y una respuesta preventiva de la Casa Blanca. “Sería una estupidez estratégica”, advirtió un portavoz de EE.UU.