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viernes, marzo 29, 2024
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Insólito: Robó la casa en la que trabaja y lo descubrieron por nombrar al perro

Tenían puestos guantes y cargaban armas de fuego y un arma blanca. Ya habían envenenado a los dos perros (un Bóxer y un Shar Pei) para ingresar sin obstáculos a la casa. Uno de ellos, en la habitación matrimonial, apuntó a la cabeza de Karina Palmas y la despertó. “Lo único que pidió fue plata. ‘Dame la plata, plata, plata…’, nos dijo todo el tiempo”, relató la víctima.

Eran, al menos, cuatro hombres. Ingresaron el jueves por la madrugada a una vivienda de La Plata al 2.500, en la capital. Lo hicieron alrededor de las 3.40 y durante unos 30 minutos revolvieron los diferentes espacios del hogar.

La intención era llevarse sólo efectivo, a juzgar por el hecho de que no se llevaron muchas otras pertenencias, según relataron los damnificados.

“Me desperté con un arma en la cabeza. El sujeto estaba a mi lado. Me tapó la boca y también nos pusieron, junto con mi marido, boca abajo. Uno de ellos siempre se quedó con nosotros (en la habitación). Llegaron a maniatar a uno de mis hijos también”, detalló Palmas.

La mujer recordó que atinó a entregar un bolso con dinero, como primera reacción. “Habían ingresado por una abertura que había en el portón del garaje. Faltaba cerrar ese espacio para completar el cambio de portón”, remarcó seguidamente.

Los hombres se movieron por la casa tranquilos, sin agredir a los ocupantes, de acuerdo con la declaración. “No se mostraron desesperados. Al contrario, estaban bastantes tranquilos. Sabían lo que hacían; no eran principiantes. Sólo uno se mostró agresivo verbalmente. ‘No somos boludos, sabemos que tienen plata’, nos reprochó”, enfatizó.

El grupo se habría llevado unos $ 80.000 y alrededor de U$S 24.000, según información policial, más joyas que estaban dentro de una caja fuerte, seis celulares y dos notebook. “Eran ahorros de 15 años”, lamentó la señora Palmas.

Al salir, los hombres se dirigieron a un automóvil que los esperaba a dos casas de distancia, por la misma vereda. “No se llevaron televisores u otras cosas más, teniendo en cuenta el tiempo que se tomaron. Sabían por dónde ingresar. No ‘barretearon’ el portón ni la puerta principal. Fueron directo a la puerta del garaje”, destacó.

La familia llamó al servicio 911 de la Policía, pero “no llegó tan rápido”, según la mujer. “La Brigada (de Investigaciones de la Capital) actuó bien después. Tomó declaraciones a todos”, enfatizó.

“Callate, Tito”

Un pintor y un ayudante habían trabajado en la casa atacada hasta un día antes del robo. Entre las primeras medidas de la investigación, ese colaborador fue aprehendido, bajo sospecha de haber participado en el ataque. La Fiscalía II está a cargo de la causa.

Los pesquisas apuntaron al empleado, tras las declaraciones de las víctimas y de testigos. Se habría establecido un indicio clave: la voz de uno de los presuntos asaltantes coincide, según los asaltados, con la del ayudante del pintor. Es más, ese mismo integrante de la banda habría conocido, entre otras cosas, el nombre de uno de los siete perros de la casa. “Callate, Tito”, le habría dicho a uno de los dos caniches que estaban en el interior de la casa cuando se produjo el atraco.

“Estaba trabajando. Sabía que al día siguiente se cerraría totalmente el portón, incluyendo esa abertura”, apuntó Palmas.

Fuentes de la investigación también vincularon al ayudante como familiar de un presunto delincuente, que contaría con antecedentes de robo agravado. De esa forma, los pesquisas podrían avanzar en la identificación del resto de los atacantes./ Tucumán A Las 7

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