El dólar mayorista cerró este martes a $1.222, el valor más alto desde la flexibilización del cepo cambiario. La suba fue de $17 (+1,4%) y representó el segundo aumento consecutivo en el inicio de julio. La escalada se produce en un contexto de tensión por el fallo judicial en contra de la Argentina por la expropiación de YPF, sumado a una fuerte recomendación del JP Morgan de abandonar inversiones en pesos.
El tipo de cambio oficial minorista se ubicó en $1.175 para la compra y $1.225 para la venta. En paralelo, el dólar blue trepó a $1.230 en la city porteña. Las cotizaciones financieras también mostraron subas: el MEP avanzó hasta los $1.223,12 y el CCL alcanzó los $1.225,93. Las brechas con el oficial quedaron por debajo del 0,5%.
El cambio de tendencia vino después del fallo de la jueza Loretta Preska, que ordenó al Estado argentino entregar el 51% de las acciones de YPF a los fondos beneficiarios del juicio. El operador Gustavo Quintana afirmó que la resolución tuvo impacto inmediato en el comportamiento del mercado. En la misma línea, el economista Gustavo Ber señaló que también influyeron las necesidades de fin de mes, como el pago de aguinaldos y el cierre de operaciones de carry trade.
El mercado de futuros acompañó la tendencia. Para diciembre, el contrato en el Rofex proyecta un dólar mayorista de $1.398. La presión cambiaria se vio reforzada por un informe de JP Morgan, que aconsejó a los inversores reducir su exposición a bonos en pesos frente al escenario electoral, el déficit externo y el fin de la cosecha gruesa.
Además, el nuevo esquema de retenciones a las exportaciones generó ruido. Desde este mes, la soja volvió a tributar el 33%, el maíz y el sorgo el 12%, y el girasol el 7%, tras la eliminación de la rebaja temporal.
El contexto también está marcado por la expectativa de la revisión del Fondo Monetario Internacional. El exfuncionario Claudio Loser estimó que el FMI podría aceptar parcialmente el incumplimiento de las metas de reservas, aunque exigirá nuevas condiciones.
En medio del conflicto, YPF quedó en el centro de la escena. Aunque no forma parte directa del juicio, la empresa es considerada un activo estratégico por su vínculo con Vaca Muerta. El fallo reavivó la tensión sobre el futuro de la energética estatal, justo cuando el Gobierno busca estabilidad macroeconómica.