La reciente devaluación del real brasileño, que llevó al dólar a cotizar en seis reales, beneficia a los argentinos que planean vacacionar en Brasil al reducir los costos en servicios como hotelería, gastronomía y entretenimiento. Sin embargo, esta situación genera desafíos económicos para la Argentina, principal socio comercial de Brasil, según advierten analistas.
Impacto en el turismo:
El economista Juan Pablo Ronderos explicó que los precios en dólares en Brasil serán más accesibles que en el mercado local, lo que podría incrementar la salida de divisas entre diciembre y febrero. Sin embargo, pocos turistas brasileños elegirán la Argentina, encarecida por el diferencial cambiario, profundizando el déficit de la balanza turística, que ya suma un rojo de USD 8.000 millones este año.
Problemas para las exportaciones:
Por otro lado, Marcelo Elizondo señaló que la depreciación del real encarece las exportaciones argentinas, especialmente de manufacturas industriales. A esto se suma la presión sobre el tipo de cambio, que podría obligar a la Argentina a acelerar reformas estructurales para mantener competitividad.
Balanza comercial en riesgo:
La depreciación también facilita las importaciones de productos brasileños a menor costo, favoreciendo bienes finales como autos y ampliando el déficit comercial bilateral. Durante 2024, la balanza comercial, que fue favorable para Argentina hasta agosto, se volvió negativa en los últimos meses.
Perspectivas futuras:
Expertos como Guido Zack advierten que si la devaluación del real se prolonga, podría afectar decisiones de inversión y producción en sectores clave como el automotriz y las manufacturas industriales. En un contexto de inflación y competitividad erosionada en Argentina, el efecto de esta medida será crucial para la economía local.
