Crisis carcelaria en Tucumán
El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, confirmó que el gobierno provincial ha intensificado las acciones para enfrentar la crisis carcelaria y mejorar la seguridad en la región. Entre las medidas anunciadas, se destaca el traslado de más de 1.000 detenidos de las comisarías a nuevas instalaciones penitenciarias antes de fin de año. “Estamos llevando tranquilidad a la fuerza policial y trabajando en la sobrepoblación de detenidos en las comisarías”, señaló Jaldo.
Jaldo enfatizó la importancia de reforzar la seguridad preventiva y el uso de inteligencia criminal para intervenir en barrios y capturar a delincuentes, especialmente aquellos vinculados al narcotráfico a pequeña escala. “La Policía de Tucumán está haciendo un trabajo muy profundo para detener a los que comercializan droga en menor escala”, agregó. Esta estrategia busca combatir tanto la delincuencia común como el narcotráfico que afecta a la provincia.
En cuanto a la situación de las comisarías, el gobernador explicó que la sobrepoblación ha obligado a la Policía a encargarse del cuidado de los presos, una tarea que considera fuera de sus responsabilidades principales. Para aliviar esta carga, se ha finalizado un nuevo pabellón en Urquiza y se están realizando planes para trasladar 700-800 presos a la unidad de Benjamín Paz y otros 200-250 a Delfín Gallo antes de que termine el año.
Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio para transformar la política carcelaria y fortalecer la lucha contra el crimen en Tucumán. Jaldo reiteró el compromiso de su administración de trabajar “a fondo” contra todos los tipos de delitos, desde la venta de drogas hasta el tráfico de mercancías sin documentación, en un intento de reducir el mercado negro que afecta negativamente la economía de la provincia.