El jefe de la Policía de Tucumán, Joaquín Girvau, advirtió sobre el endurecimiento de los controles en las principales villas turísticas de la provincia durante la temporada de verano. Lugares como San Javier, El Cadillal y Tafí del Valle han registrado una gran afluencia de jóvenes, pero también un aumento de incidentes vinculados al consumo de alcohol y drogas.
“Joven que esté ebrio a las 6 de la mañana, joven que terminará preso. Aquí no vamos a tolerar ningún tipo de problema”, afirmó Girvau, quien aseguró que la política de seguridad, marcada por el gobernador Osvaldo Jaldo, será inflexible para evitar desmanes.
La Policía ha intensificado los operativos en las zonas más concurridas por turistas, con detenciones relacionadas al consumo de drogas y el secuestro de animales sueltos en las rutas. Girvau también hizo un llamado de atención a las familias: “Los padres deben ser responsables. Si sus hijos están en un estado peligroso, habrá consecuencias. Queremos prevenir incidentes, no lamentarlos después”.
El contexto de estos controles coincide con el aniversario del asesinato de Fernando Báez Sosa, un caso que conmocionó a la sociedad y motivó a reforzar las medidas de seguridad en los lugares de esparcimiento nocturno. Girvau aseguró que no se permitirá que situaciones violentas pongan en riesgo a turistas y residentes en las villas.