A partir del 1 de julio, la receta electrónica y/o digital será obligatoria en todo el país, según anunció la Presidencia de la Nación este lunes. Esta medida, establecida a través de una nueva reglamentación del DNU 70/23, tiene como objetivo facilitar el acceso a los medicamentos y tratamientos de manera más eficiente y segura.
El avance tecnológico busca mejorar la calidad en la prestación de servicios de salud, al facilitar la identificación de los profesionales que prescriben medicamentos. Además, contempla la integración y estandarización de plataformas digitales existentes, la definición de un diccionario nacional de medicamentos y el seguimiento eficaz del tratamiento de los pacientes.
La implementación de esta medida responde a la necesidad de aumentar la competitividad del mercado, lograr una mayor agilidad de la industria y minimizar costos en el sector de la salud. A partir de la entrada en vigencia de la normativa, se coordinará con las autoridades jurisdiccionales competentes y los organismos pertinentes para su aplicación en todo el territorio nacional.
En cuanto a las leyes de adhesión jurisdiccional, se espera que las autoridades jurisdiccionales promuevan su dictado cuando sea necesario, contemplando los cambios en las leyes de ejercicio profesional y sus regímenes sancionatorios.
Desde el gobierno, se destacan cuatro ejes esenciales de la adopción de la receta electrónica: la identificación de profesionales habilitados para prescribir, un Registro Nacional de Soluciones Informáticas, un Diccionario Nacional de Medicamentos y la comunicación eficiente y acceso a las recetas y órdenes electrónicas.
Este sistema no solo facilitará el acceso a los medicamentos y tratamientos, sino que también promoverá la calidad en todo el proceso de atención médica. Las farmacias, por su parte, deberán archivar y guardar las recetas digitales durante 3 años, asegurando un seguimiento adecuado de los tratamientos prescritos a los pacientes.