Un informe del Ministerio de Educación encendió la alarma en Tucumán. La matrícula en jardines de infantes cayó un 16% en sala de 4 años y un 13% en sala de 5. Esta baja está relacionada con un fenómeno sostenido: la baja natalidad en Tucumán, que viene profundizándose en la última década.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud, los nacimientos disminuyeron un 27% entre 2014 y 2021. Además, el promedio de hijos por mujer pasó de 3,3 en los años 80 a solo 1,9 en 2020. Esta caída se explica por varios factores: el acceso de las mujeres al trabajo y a la educación, la postergación de la maternidad y las políticas públicas de prevención del embarazo adolescente, como la ESI y el Plan ENIA.
En cuanto a las aulas, las más afectadas son las de 4 años. Mientras en 2019 había 25.731 alumnos, en 2024 la cifra bajó a 21.653. Por su parte, la sala de 5 años —obligatoria por ley— también perdió estudiantes, aunque mantiene mayor cobertura: pasó de 29.978 a 25.948 inscriptos.
Esta disminución impacta directamente en el empleo docente. Según ATEP, las zonas más golpeadas son las del interior profundo. “Se han cerrado o congelado cargos”, advirtió el secretario general del gremio, Hugo Brito. Frente a esto, el sindicato trabaja con el Ministerio para reubicar a los docentes y evitar despidos.
No se trata solo de un tema demográfico. El psicólogo Roberto González Marchetti señala que hay causas culturales que también influyen. Muchas parejas conviven sin planear tener hijos. En algunos casos, optan por adoptar mascotas en lugar de formar una familia tradicional. Además, el temor a la violencia escolar o al bullying genera dudas al momento de escolarizar a los más chicos. A esto se suman las secuelas de la pandemia, que dejó a muchos niños en entornos digitales con escaso contacto social.