El Fondo Monetario Internacional tratará este viernes un nuevo acuerdo con Argentina por USD 20.000 millones, en un contexto marcado por la tensión en los mercados globales y la fragilidad financiera local. La definición será clave para el gobierno de Javier Milei, que busca reforzar reservas y recuperar margen de maniobra en medio de la presión cambiaria y la caída de activos argentinos.
El directorio técnico del FMI, liderado por Kristalina Georgieva, analizará el resultado de más de cuatro meses de negociaciones técnicas y políticas. La atención del mercado está puesta en el monto del primer desembolso, que podría rondar entre USD 10.000 y 12.000 millones, según fuentes oficiales.
Desde el Gobierno se insiste en que todos los fondos serán de libre disponibilidad y que los pagos de intereses recién comenzarán a ser significativos a partir de 2027. El objetivo inmediato es oxigenar las reservas del Banco Central, que siguen en terreno negativo y obligaron a sacrificar más de USD 4.800 millones en lo que va del año.
Este posible acuerdo llega en paralelo a un escenario internacional inestable, con un nuevo conflicto arancelario entre Estados Unidos y China que sacude los mercados. La combinación de factores externos y la incertidumbre local explican la creciente expectativa por el desenlace del viernes.