El domingo 30 de agosto a las 20:18 horas, desde el centro espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, se lanzó el cohete Falcon 9 de la compañía Space X, en el que viajaba el satélite argentino más tecnológico, el SAOCOM 1B. El lanzamiento incluyó la tradicional cuenta regresiva y generó una gran expectativa, porque el SAOCOM 1B completaba una saga de cuatro satélites nacionales, dos ARSAT Y dos SAOCOM. La operación estuvo coordinada por la Comisión Nacional de Actividades (CONAE). En la construcción de este satélite y de su gemelo el SAOCOM 1A, participaron muchas personas, entre ellos un tucumano, el ingeniero electrónico Jorge Mancarelli, graduado de la Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Tucumán.
El ingeniero Mancarelli conversó en exclusiva con Ventana del Norte y nos contó cómo empezó su participación en el proyecto, el rol que cumplía y sus sensaciones al momento del lanzamiento.
Al momento de elegir una carrera, ¿Por qué se inclinó por la ingeniería electrónica?
Elegí la carrera de ingeniería electrónica porque me parecía interesante conocer sobre la aplicación de tecnología para solucionar problemas prácticos.

Su experiencia le permite tener una visión más amplia de la Universidad, ¿usted piensa que la Facultad le aportó las herramientas necesarias para desenvolverse en su profesión?
Si, porque la Universidad me dio las bases necesarias para poder continuar y desarrollarme, luego uno tiene que seguir aprendiendo.
Por su trayectoria, puede contarnos ¿Cómo observa el futuro de la ingeniería en el país?
Creo que la ciencia y la técnica son la base para el desarrollo de nuestro país y en estos tiempos es cuestión de saber esperar.
Cuando uno se recibe de alguna carrera es muy difícil encontrar un trabajo acorde a lo que uno estudió, queremos que nos cuente ¿Cómo fueron sus inicios? y ¿Cómo llegó a participar en la construcción de estos satélites?
Al principio como casi todo no fue nada fácil, uno termina una carrera y quisiera que todo comience a suceder de una manera rápida y con el tiempo te das cuenta que hay que saber esperar, hay procesos que tenemos que respetar.
Hace 11 años que estoy en la industria aeroespacial en la cual tuve la oportunidad de participar de diferentes proyectos de la CONAE en conjunto con otras empresas como la IMVAP y la NASA. Mi participación en el proyecto SAOCOM comenzó en agosto del año 2015 hasta febrero del 2020.

En la construcción de los satélites, ¿Qué función cumplía o cuál era su trabajo en este proyecto?
Estaba en el área de producción, había personas que armaban las piezas de los dos satélites el 1A y el 1B, el que se lanzó el pasado domingo es el 1B. Nosotros teníamos que realizar pruebas de todos los sistemas funcionales, eran rigurosos ensayos, eléctricos, funcionales y ambientales, teníamos que estar seguros que todo funcione correctamente. Luego cuando el satélite estuvo armado, viajamos a Bariloche donde se hicieron más pruebas, por ejemplo, pruebas de compatibilidad electromagnéticas y nos aseguramos que no produzca ninguna ignición o radiación, todos temas de ensayo del tipo MC.

Con esta pandemia que nos afectó a todos, ¿Fue un desafío terminar el satélite?
El satélite ya estaba armado y listo para viajar a Estados Unidos a fines del 2019, en ese sentido la pandemia no afectó, pero sí pudo afectar el tema de la logística para realizar el lanzamiento.
En el momento del lanzamiento del cohete, seguro que sintió muchas cosas, ¿Cuáles fueron sus sensaciones?
Fue una gran carga de emociones, primero por saber que formé parte del armado del satélite y que se estaba yendo en ese gran cohete.
La verdad es que te quedas sin palabras. También me brindó la oportunidad de compartir y conocer muchas personas en el trabajo.

¿Cuál es la misión de los satélites? ¿En qué benefician a nuestro país?
La misión del satélite es beneficiar al país para tener ciertas capacidades, por ejemplo, obtener mapas de la humedad del suelo; sistemas de soporte para la parte agrícola, siembra, fertilizaciones y también te permite tener imágenes satelitales; el monitoreo y seguimiento de alguna evolución o un problema ambiental; algún derrame de petróleo; un incendio. Además, lo bueno de estos dos satélites es que forman parte de un sistema más grande en conjunto con Italia. Dicho país provee cuatro satélites que sumados a los dos de Argentina forman parte de este sistema de satélites para el monitoreo de desastres naturales. Al ser seis satélites podés tener un mapa más global de la tierra.

Ahora que los satélites están en órbita, ¿Cómo sigue el proceso?
Desde CONAE se están haciendo todos los ajustes para que después de varios controles y monitoreo, el satélite pueda entrar a ser operativo. Por el momento se hicieron los despliegues de la antena y están tratando de controlar todos los sistemas, para que cuando esté todo correcto, empiece a operar.

¿Se encuentra participando de algún otro proyecto?
Si, por suerte ya estoy participando de un nuevo proyecto de la CONAE.
Por sus años de experiencia y participación en proyectos tan importantes, ¿Qué consejos les daría a los alumnos que se encuentran estudiando y a los que recién se reciben y comienzan su camino en esta profesión?
El consejo que le daría a los alumnos, es algo que me sirvió mucho y que creo que es lo más importante, tienen que seguir para adelante y nunca dejar de aprender.
Ventana del Norte