Un estudiante de ingeniería tucumano que está dejando su huella en Alemania

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Ventana del Norte conversó con Gonzalo Frem Bestani, un tucumano, estudiante de ingeniería civil de la Universidad Tecnológica Nacional, que está en Alemania aprovechando su beca y participando de un proyecto que unirá dos ciudades de ese país.

Nos contó un poco de su vida, de cómo es vivir en Alemania, también nos habló del proyecto en el que está participando y sobre lo que piensa para su futuro.

Puede contarnos un poco de usted, ¿De qué parte de Tucumán es? ¿Cuántos años tiene?

Me llamo Gonzalo Frem Bestani, tengo 28 años de edad, soy tucumano, nacido y criado en San Miguel de Tucumán. Soy estudiante del último año de la carrera ingeniería civil en la Universidad Tecnológica Nacional.

Hablando un poco de la facultad, ¿Por qué decidió estudiar ingeniería civil?

En la escuela secundaria me interesaron dos cosas puntuales, las materias relacionadas con economía y la física. Yo estuve seguro que iba a estudiar administración de empresa, pero cuando hice el cursillo de ingreso a ciencias exactas, me di cuenta de que un ingeniero puede encaminarse hacia la rama de la economía, mientras que es muy difícil que alguien de dicha rama pueda encaminarse hacia la ingeniería. Es por ello que tengo como meta, hacer un posgrado o master en gestión de proyectos y/o en administración de empresas.

¿Cómo llegó a obtener la beca?

La beca esta abierta a todos los estudiantes de ciencias exactas que estén interesados en realizar un intercambio internacional, hay cupos para 4 estudiantes por año.

Las herramientas y las enseñanzas de la facultad, ¿Están siendo útiles en esta nueva experiencia?

Por supuesto que sí, la forma lógica en la que nos prepararon me ayudó y todavía ayuda a afrontar todo tipo de nuevos retos y los problemas.

Sobre su experiencia en Europa, ¿Hace cuánto está en Alemania? Y ¿cómo es la vida en ese país?

A Alemania llegué el 15 de septiembre del 2019 y en octubre comenzaron las clases, mi beca es por dos semestres, mientras que este tercer semestre estoy haciendo mi práctica profesional. El mayor peligro de la vida en Alemania es acostumbrarse a las comodidades que esta brinda, absolutamente todo funciona como debería y el mayor disgusto que una persona puede tener es que el tren llegue de 3 a 5 minutos retrasado. A veces extraño tener vecinos que pongan la música a todo volumen, además, es cierto que, para nosotros, los argentinos, todo es caro, pero tenemos que entender que solo en América Latina la comida y transportes son baratos.

Siempre se dijo que el alemán es complicado, ¿Usted tuvo mucha dificultad con el idioma?

Las tuve y aún las tengo, el alemán es un idioma extremadamente complicado. A veces pienso que es imposible que llegue el día que hable sin errores, pero también soy consciente de que cuando llegué, mi nivel de alemán era A1, en un año logré entender y comunicarme.

Puede contarnos un poco, ¿De qué se trata la obra en la que está participando?

La obra Stuttgart 21 es una obra gigante, que procura instalar un tren  moderno entre las ciudades de Ulm y Stuttgart, para ello se construyen 16 túneles, 44 puentes y un total de 57 km de vías férreas. La intención global es unir París con Budapest por medio de trenes de alta velocidad, el proyecto Stuttgart 21 es un pequeño tramo de esta conexión, pero su complejidad lo hace un proyecto llamativo.

¿Qué diferencias encontró entre Argentina y Alemania, en relación a lo social y lo económico?

A decir verdad, yo vine a Alemania con la preocupación de que los alemanes sean fríos y distantes, como es el típico estereotipo de los europeos, la realidad fue otra. Muchas personas me dieron la mano desde el principio y en poco tiempo se convirtieron en muy buenos amigos. Así que al menos en lo social no encontré muchas diferencias, nos juntábamos dos o tres veces a la semana y hacíamos barbacoas (definitivamente no eran como nuestros asados) y también íbamos a fiestas cuando podíamos. Argentina y Alemania no pueden ser comparados económicamente.

Desde su punto de vista, entre los dos países, ¿Qué diferencias hay en lo que respecta a su profesión?

Las obras civiles requieren mucho dinero, mientras más complejo, más dinero se necesitará, dinero que el gobierno argentino no posee. Alemania no escatima en invertir y desarrollarse en el ámbito de obras públicas, es decir, que las posibilidades de desarrollarse profesionalmente en Alemania son mayores a las que hay en Argentina.

El coronavirus está afectando al mundo, puede contarnos, ¿Cómo se vivió y se vive la pandemia ahí?

La Pandemia en Alemania se vive de forma relativamente normal, lo único que cambió es que los transportes públicos y en tiendas se deben usar barbijos, los clubes no pueden dejar pasar a mas de 100 personas a sus establecimientos y generalmente se debe firmar un formulario y pones tu número de teléfono cuando estas en un lugar público. Se permiten las reuniones, se permite salir y, sobre todo, se permite trabajar, inclusive en los 14 días que tuvimos de cuarentena, las obras no pararon.

Hace meses que se fue de nuestro país, ¿Qué es lo que más extraña de Argentina?

Al decir verdad, extraño los animales, los alemanes no tiene muchas mascotas debido a que hay un impuesto extra para todo aquel que posea una. Yo me crié siempre con animales y ahora pasaron meses desde la última vez que interactúe con uno, además, la comida argentina es sin duda una de las mejores del mundo, ninguna comida alemana puede competir con nuestra gastronomía.

Cuando regrese al país, ¿Qué es lo que más extrañará de Alemania?

De Alemania voy a extrañar la sensación de seguridad de la que hoy gozo, puedo caminar por la calle a cualquier hora del día o de la noche y sé que nada pasará.

¿Cuáles son sus expectativas luego de que finalice su beca?

Mi intención es volver a Argentina para poder recibirme de ingeniero civil y hacer un master internacional, de esa forma, vivir en el exterior hasta que decida echar raíces y si algún día decido formar una familia, me gustaría que sea en donde yo nací.

¿Tiene algún sueño que quiera cumplir?

El sueño más grande y utópico que tengo es que algún día los argentinos volvamos a gozar de los beneficios que solo una potencia puede gozar. Que tengamos la posibilidad de desarrollar nuestro país de la misma forma que Alemania desarrolló el suyo. Que la sociedad tenga oportunidades de crecimiento y que los valores, mérito y esfuerzo tengan su recompensa.

Franco Brito

Ventana del Norte