La frágil tregua en Gaza sufrió este domingo su golpe más duro hasta la fecha, quedando al borde del colapso. Aviones israelíes lanzaron dos ataques aéreos sobre la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja. La acción militar se produjo después de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) acusaran a Hamás de una “violación flagrante del alto el fuego” al atacar a sus tropas con disparos.
El cese de hostilidades, que regía desde el 10 de octubre gracias a la mediación de Estados Unidos, permitió la liberación de rehenes y trajo una relativa calma. Sin embargo, la escalada de este domingo amenaza con romper definitivamente el acuerdo. Según testigos palestinos, los bombardeos israelíes impactaron en una zona de Rafah bajo control militar de las FDI, donde previamente se habían registrado enfrentamientos entre facciones palestinas.
Un oficial israelí, sin confirmar explícitamente los bombardeos, denunció que sus fuerzas sufrieron ataques de Hamás. Aseguró que recibieron disparos de un francotirador y de un lanzagranadas. Por su parte, el movimiento islamista también acusó a Israel de “numerosas violaciones” desde el inicio de la tregua. Hamás sostiene que las acciones israelíes provocaron la muerte de 37 palestinos en los últimos días.
Este cruce de acusaciones y ataques representa la amenaza más seria para el mantenimiento de la paz. La comunidad internacional sigue con preocupación la evolución de los acontecimientos, temiendo un retorno a la violencia generalizada en la región si la tregua en Gaza finalmente se rompe.
