Tony, integrante de la banda “Karma Sudaca” que se formó a principios de 1997 y desde entonces ha mantenido siempre la misma formación: Tony Molteni (voz), Fabián Vernieri (guitarras), Calavera Maidana (bajo) y Adolfo Palomino (batería).
La banda desde sus comienzos entendió que su principal objetivo era compartir su original fórmula rockera con la gente sin importar fronteras ni provincias, y a pesar de las barreras y dificultades para lograrlo, nunca claudicó en la lucha, hasta convertirse hoy en la banda más fuerte, popular y convocante del norte argentino.
Ventana del Norte tuvo la oportunidad de dialogar con Tony Molteni, cantante de la banda; nos describió sus comienzos, que significa la música, la responsabilidad de Karma con las luchas sociales y lo que significa para él su banda.
¿Fuiste parte de otras bandas antes de que se formara Karma Sudaca? ¿Cómo fueron tus comienzos?
Mis comienzos fueron en la escuela secundaria, con mis compañeros del Instituto Técnico. Yo ya venía escuchando un bagaje interesante, venía escuchando Led Zeppelin, bandas que me habían “volado la cabeza” y al entrar al Técnico me encontré con un montón de compañeros que compartían esos gustos por el rock and roll y estaban realizando una nueva ola del rock nacional que se escuchaba mucho y fue así que con ellos comencé mi primera banda que se llamó “Vida 14”, se llamó así porque sus temas hablaban de la vida y nosotros teníamos 14 años. Nos juntábamos a ensayar, componer y fue una etapa muy linda, “muy loca”.
Ahí mismo en el Técnico con el correr de los años, cuando estaba terminando, se arma la primera banda más profesional que tuve que se llamaba “Hades”, era una banda de Heavy Metal, más profesional. Empezamos a tocar en las semanas de los colegios, luego en el teatro. Terminada la secundaria nos fuimos a Buenos Aires para tocar allá, grabamos un disco en un compilado a nivel nacional de rock. Fue una etapa muy linda. Fueron mis dos primeras bandas.
Cuando se separa Hades se formó “Otros y Bufones” , ahí mezclando el rock con lo sinfónico, esta banda fue experimental en todo, no solo musicalmente sino también en lo humano.
Los integrantes de Karma.. ¿Cómo se conocieron?
Con los integrantes de Karma nos conocimos de una manera muy casual, salvo con Calavera que yo ya había formado parte de “Hades” y “Otros y Bufones”.
Ese día estábamos en un bar donde había un escenario con instrumentos y se invitaba a cualquiera a tocar una canción a improvisar. El que quería subir tocaba y ahí coincidimos los que hoy somos “Karma Sudaca”, fue algo inesperado pero se dió una química tremenda, estábamos “zapando” un tema y la gente nos pedía otro, y otro, y otro.
Cuando terminamos cada uno se fue a su mesa. Yo me acerqué luego a cada uno de los chicos y les dije, “lo que pasó acá fue algo extraño, hay mucha química. ¿Qué les parece si ensayamos?”. Y así fue, al otro día estábamos en la casa de uno de los chicos ensayando, empezaron a salir cosas, una tras de la otra y ahí decidimos ser una banda. Ahí empezó la historia.
Fue algo muy loco porque de tener una banda con mis amigos y hacer rock pasé a tener una banda de rockeros que aprendimos a ser amigos y hoy son una parte muy importante de mi vida.
¿Cómo definirías tu banda? ¿Qué significa para vos?
Definir Karma es difícil pero lo que significa para mí es que es una banda de rock, tracción a sangre, que vomita sus verdades. La música para nosotros es eso. Es lograr liberar todo eso que tenemos adentro nuestro cada uno y convertirlo en canción. Compartir sentimientos, angustias, felicidad con la gente a través de canciones.
La música para mí es lo más importante de la vida. La música es libertad, es revolución por revolución misma. Es la que marca cada momento de mi vida.
Suelo ser un tipo muy retraído, muy tímido, sin embargo cuando canto, cuando hago música puedo decir un montón de cosas que me pasan. Si no tuviera la música un montón de cosas quedarían encerradas en mi.
Karma es ese vehículo que me permite liberarme, poder ser feliz. El momento de felicidad, el momento pleno en mi vida es estar en el escenario.
¿En qué momento de tu vida te diste cuenta que la música y el rock eran lo tuyo?
El momento en que me di cuenta de que el rock y la música eran lo mío fue uno de los más difíciles de atravesar.
Cuando me fui con mi antigua banda a Buenos Aires empecé a ir más allá, a investigar. No conformarse con subir a un escenario y tocar sino conocer, ver, investigar, charlar con gente del ambiente para aprender.
Hasta que un día pasó, abrí los ojos, me desperté y dije: “ay qué cagada, me voy a dedicar a la música”. Socialmente la música tiene esa mirada, la gente me pregunta “¿qué hago?” y les digo, “música” pero me dicen, “sí ya sé, ¿pero a qué te dedicas?”. Como si la música no fuera algo serio, no es un trabajo como cualquier otro pero es un trabajo serio aunque yo lo tomé como mi vida misma, mi búsqueda de felicidad. El rock, la música, conlleva mucho laburo. Ensayar 3 o 4 veces por semanas, levantarse todos los días, buscar productores, detalles del show, buscar gente, “molestar gente”, es un laburo de lunes a lunes.
¿Cuáles fueron los músicos o bandas que marcaron tu adolescencia ?
La banda que más me marcó fue “Led Zeppelin”, me “partió” la cabeza, me cambió. Muchas bandas pero esa fue la más fuerte.
También tengo héroes locales porque fui a muchísimos shows; Pappo, Charly García, Divididos, Los Redondos, La Renga, Sumo. Un montón de bandas que verlas en vivo te movilizan un montón, las admiro.
Desde siempre… Karma brindó su apoyo en todas las luchas sociales ¿Qué los llevó a hacer eso?
Participar activamente de los reclamos sociales, luchas sociales lleva la responsabilidad de lo que sentimos con el rock. El rock para nosotros es revolución por revolución misma. El rock tiene que ser el “grano en el culo” de la sociedad, tiene que ser esa “cosa” que molesta, que está ahí para que la gente reaccione. Digo para mi porque esta es mi verdad y la de Karma.
Siempre hemos tratado de estar en las luchas y reivindicaciones sociales porque creemos que es el lugar donde tenemos que estar, el lugar en donde nos necesitan.
También lleva una gran carga de felicidad, ayudar a alguien a través de lo que uno mejor sabe hacer que es la música es lo mejor que te puede pasar, el mejor pago que podés recibir.
Uno de los temas incluso con mayor repercusión de Karma fue “Fantasma Urbano”, empezó a sonar en todas las radios, a la gente le encantaba.
Nos emocionó saber por medio de un noticiero local que unos chicos, en un par de combis, llevaban alimentos, remedios, ropas a comedores y merenderos. Estos chicos se pusieron de nombre “Los Fantasmas Urbanos”, esto fue verdaderamente una caricia al alma para Karma. Saber que nuestra canción despertó algo tan noble y saber que algo estábamos haciendo bien en este camino, en este apoyo a las luchas sociales.
En tiempo de pandemia… Karma Sudaca hará un show en vivo este viernes desde el Virla, ¿Qué espectativas tiene la banda?
Este viernes 13 de noviembre a las 19 horas ha llegado el momento del reencuentro con nuestra gente, de volvernos a subir a un escenario y poder tocar en vivo. Con la particularidad del momento de pandemia infernal que estamos viviendo. Este recital será por streaming, tocaremos en vivo en el Virla y la gente podrá escucharnos y vernos a través del dispositivo que quiera. Es una alegría volver a tocar, aunque el público no esté al frente nuestro, sabemos que la gente está ahí y vamos a concentrarnos para sentir nuestra pasión y transmitirla.
Estamos atravesando un tiempo muy difícil, muy “jodido” y por ahí siento la angustia tremenda de que nuestro rubro, el de la música, será uno de los últimos en volver. Siento que es lo que se necesita, cuidar en estos momentos al que está al lado. Si pudiéramos hacer un show presencial estaría preocupado por eso estamos reinventando la manera de seguir en contacto con la gente. Por eso con la banda estuvimos pensando todo lo posible para que nuestra banda se vea bien, se escuche bien y estamos ansiosos como si fuera el primer show de nuestra vida. Estamos muy contentos.
Luciana Paz
Ventana del Norte
