Facilitados por la conectividad, las nuevas tecnologías y las “mágicas” impresoras 3D, un jujeño está a punto de cumplirle el sueño a un chico de Orán de tener un brazo prostético. Es que a través del programa de voluntarios “Atomic Lab” impulsado a nivel nacional por el inventor Gino Tubaro, se reúne a voluntarios de todo el país para fabricar brazos y manos prostéticos y entregarlos de manera gratuita para los chicos que lo necesitan.
En Jujuy, el encargado de concretar el sueño es Claudio Pérez, director y docente del Instituto Tecnológico de esa provincia, donde da clases de robótica y programación para niños. Allí utiliza sus impresoras 3D para materializar el sueño de un chico de 12 años que le falta un brazo, de contar con uno prostético de manera gratuita, según informó El Tribuno de Jujuy.
Atomic Lab forma una red de voluntarios de todo el país, y de distintas partes del mundo, que se dedican a la fabricación de manera gratuita de brazos prostéticos utilizando impresoras 3D.
De colores verde fosforescente y rojo, el brazo fabricado en materiales plásticos biodegradables pretende cumplir el sueño del niño salteño. La entrega de la novedosa prótesis se realizará luego de que el niño se la pruebe, y se le realicen los ajustes necesarios.
El costo de uno convencional -ronda los 20.000 dólares- hacen que sea virtualmente imposible que todos los niños que lo necesitan puedan acceder a uno.
Claudio Pérez subrayó la importancia que tiene el programa de responsabilidad social corporativa que están llevando adelante. De hecho, fue el que impulsó el cambio de modelo de impresora 3D, por una más grande y eficiente, que la que tenían inicialmente.
El costo final de un brazo fabricado con impresora 3D es de 2 mil pesos, contra los 15 mil dólares de un brazo prostético “convencional”.
Atomic Lab es un proyecto que “impulsa Gino Tubaro, en el que uno se asocia y puede participar en distintos niveles”, afirmó Pérez. Quien detalló que “somos embajadores en Jujuy de atomiclab.org; y el programa lo que hace es unir personas que pueden fabricar manos o brazos prostéticos para personas que lo necesitan”.
El programa, cobró tanta fama y repercusión en los últimos años que ya trascendió las barreras del país, y es algo que se realiza a nivel mundial. Y por su alta demanda, no se da abasto con el trabajo. “Por eso, es que aprovechamos la oportunidad para que la gente se sume a este programa, y pueda cambiar la vida de las personas”, señaló Claudio Pérez.
El niño de Orán, de quien no trascendió el nombre, recibirá un brazo izquierdo impresa integralmente por la tecnología que supone un verdadero cambio de paradigma en la industria en general.
El tiempo de impresión del brazo prostético fue de 48 horas aproximadamente, sin contar los ajustes de las piezas, que por uno u otro motivo debieron reimprimirse.
En ese sentido, Pérez explicó que para recibir el caso en el que está trabajando, se inscribió como embajador a través del sitio de Atomic Lab, y a través del grupo de Facebook es donde se producen los encargos. Luego, surgen los pedidos. A partir de allí “se va consultando disponibilidad de los embajadores más cercanos al lugar del pedido”, donde se evalúa el tiempo de demora para concretarlo.
De esa manera quedaron seleccionados para fabricación del brazo.
Si bien la impresión, en total, lleva unas 48 horas en total, el diseño, las impresiones de prueba, los ajustes y demás hacen que el trabajo se extienda durante semanas.
Atomic Lab se encarga de la puesta en escala del modelo, “en este caso, es un 90% del tamaño original, ya que se trata de un niño de 12 años”, y una vez recabados todos los datos empieza la etapa de fabricación por parte de los “atómicos”, como son llamados los voluntarios en el programa.
Entrega del brazo
La prótesis está prácticamente terminada, incluso ya tiene los abrojos, pero resta ponerle goma eva en la parte interna del brazo, para “suavizar” el material de contacto con la piel.
“La verdad que no nos está faltando mucho, en una o dos semanas debería estar entregado”, señaló Pérez. Al tiempo que detalló que “el niño de Orán tiene que viajar hasta Jujuy, medirse el brazo prostético, y de allí, si es que hay que realizarle algún reajuste, se lo hace”.
Todavía no hablaron con el chico, aunque “hablamos con sus papás y les mandamos unos avances de cómo estaba la prótesis, y ya queremos que vengan porque estamos muy entusiasmados porque es el primer brazo que hacemos y entregamos”.
Trabajo voluntario en equipo
Si bien, el equipo de Claudio Pérez se encargó del diseño completo de la prótesis, existen distintos tipos de embajadores que colaboran con materiales e incluso dinero para la compra de los mismos.
De hecho, detalló, existen casos que consiguen materiales, y luego utilizan impresoras 3D de bibliotecas e institutos tecnológicos para la fabricación de distintas piezas. “Hay varios niveles de inclusión en el programa”.
De hecho, señaló que la “circulación” de elementos y materiales en el marco del programa “Atomic Lab” está facilitada a nivel nacional, ya que la fundación tiene convenio con el correo, y pueden ser enviados de manera gratuita.
fuente: eltribuno