A partir de mayo, los senadores nacionales cobrarán al menos $9 millones en bruto, tras el vencimiento de la resolución que había frenado el ajuste automático de sus dietas. La norma, firmada por la vicepresidenta Victoria Villarruel en enero pasado, quedó sin efecto y ahora el tema será definido internamente por los bloques legislativos.
El sistema vigente fija las dietas a partir de módulos salariales: 2.500 módulos base, 1.000 por gastos de representación y 500 por desarraigo, además de una dieta extra que compensa el aguinaldo. Según fuentes legislativas, solo cuatro senadores no perciben el plus por desarraigo.
En la práctica, este esquema ya representaba desde mayo pasado más de $7 millones en bruto. Con la suba del valor del módulo, se estima que las nuevas cifras superarán los $9 millones. La única excepción es Alicia Kirchner, quien optó por mantener su jubilación como ingreso.
Hasta ahora, solo tres senadores pidieron por nota mantener el congelamiento: Luis Juez (PRO) y los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano. El resto de la Cámara Alta, aunque con tensiones internas, no anticipó medidas para frenar el incremento.
