Elizaveta Gushchina, una reconocida atleta de deportes extremos, murió al caer desde una torre de 90 metros de altura mientras intentaba tomarse una selfie, minutos después de completar un salto de cuerda en Pavlovsk, cerca de San Petersburgo. El hecho ocurrió el 31 de agosto, durante la celebración de su cumpleaños número 45, y frente a su hijo Nikita, de 23 años.
Según el canal Zvezda, la mujer regresó a la cima de la torre sin usar cuerdas de seguridad, con la intención de capturar una foto con su celular. Fue entonces cuando resbaló y cayó al vacío. La víctima, madre de dos hijos, había compartido imágenes del salto apenas unos minutos antes, donde se la veía sonriente y gritando de emoción durante la caída controlada.
La empresa 23block, organizadora del evento, expresó su pesar en un comunicado: “Liza formaba parte de nuestro equipo deportivo junto a su hijo Nikita. Esta es una gran tragedia para nosotros”. El salto con cuerda desde esa torre —una antigua caldera— es una atracción popular entre los aficionados al vértigo y la caída libre.
La fiscalía rusa inició una investigación para determinar si la empresa cumplió con las normas de seguridad. Buscan establecer posibles responsabilidades legales en la organización de la actividad.
El caso de Gushchina se suma a una seguidilla de accidentes en deportes extremos. Días atrás, la influencer serbia Tijana Radonjic, de 19 años, murió tras caer de un paracaídas acuático en Montenegro, luego de desabrochar su arnés durante un ataque de pánico.
