Una menor de 12 años aguarda dos meses para ser madre, consecuencia de reiteradas vejaciones sufridas en la casa en la que cuidaba a un joven discapacitado, en el departamento San Martín, Santiago del Estero.Precisamente, el hermano del joven que atendía para llevar unos pesos a su familia, es el principal acusado y está prófugo de la Justicia.
La causa está en manos de la fiscal Jésica Lucas. El abusador la habría amenazado para que no lo delatara. Fue la familia de la menor la que descubrió que algo no estaba bien, al notar la pancita.
Confirmación
Un médico confirmó el embarazo y la niña confesó lo que le hacía el hermano del chico al que cuidaba. La familia formalizó la denuncia y un abogado presentó un pedido de eximición de prisión a favor del denunciado.
El planteo le fue rechazado y de inmediato el sospechoso desapareció. Allí se encuentra hoy las investigación, cuya próxima estación será la declaración de la niña en Cámara Gesell. Frente a los psicólogos, fiscal y otros abogados, la menor podría aportar detalles de lo ocurrido.
Ciencia
Posteriormente al parto, la fiscal recurrirá a genetistas para definir la paternidad del bebé. No es sencillo. Antes, la Justicia deberá aprehender al acusado para recién así entrecruzar ambas informaciones genéticas. Si es como se denunció, el ADN confirmaría la paternidad y robustecería la estrategia fiscal.
Caso contrario, implicaría un preciado elemento para que la defensa pida la falta de mérito. Sea cual fuere el final, la Fiscalía hoy direcciona sus energías a la Cámara Gesell y a esperar el nacimiento.
Fuente: El Liberal
