San Cayetano: cómo venerarlo desde casa cada 7 de agosto y también el séptimo día de cada mes, con rituales de fe y esperanza por trabajo y pan. Su figura sigue siendo una de las más convocantes de la devoción popular en la Argentina.
Cada 7 de agosto, miles de fieles recuerdan a San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo. Su devoción crece especialmente en tiempos de crisis económica. Más allá de las misas y procesiones en capillas de todo el país, muchos optan por rendirle homenaje desde el hogar.
Uno de los rituales más tradicionales es colocar dinero debajo de su imagen, como símbolo de abundancia. También se usa una figura de San Cayetano en forma de alcancía, donde se guarda dinero todos los días y se rompe solo el 7 de agosto, esperando que ese monto “se multiplique”.
Otra práctica habitual es escribirle una carta con un pedido personal y luego quemarla. Muchos fieles, además, tapan el rostro del Niño Jesús que lleva en brazos, ya que según la creencia, eso “apresura” la respuesta del santo. Las promesas a San Cayetano suelen durar diez años y están cargadas de compromiso espiritual.
Los rituales pueden repetirse cada séptimo día del mes. Así se mantiene viva la conexión con San Cayetano y su mensaje de fe, especialmente entre quienes buscan trabajo o quieren sostener el que ya tienen.
En capillas y parroquias de Tucumán y todo el país se organizan celebraciones durante la jornada. También se realizan colectas solidarias para quienes más lo necesitan, otro gesto que refuerza el espíritu comunitario que representa este santo.