Los rugbiers condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa rompieron el silencio desde la cárcel. Los testimonios formaron parte del documental “50 segundos: el caso Fernando Báez Sosa”, estrenado recientemente en Netflix. Enzo Comelli, condenado a prisión perpetua, aseguró estar arrepentido de lo sucedido aquella madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell.
Comelli afirmó que sentía un arrepentimiento del 100% y que se arrepentiría siempre, aunque sostuvo que no tuvo “intención de haberlo causado”. Por su parte, Ayrton Viollaz, sentenciado a 15 años, justificó el accionar del grupo por el consumo de bebidas alcohólicas. Dijo que estaban borrachos y que ninguno tenía en la cabeza lo que había pasado.
Máximo Thomsen, señalado como uno de los principales responsables y condenado a perpetua, relató que sintió mucha vergüenza al principio. Contó que le confesó a su madre que estuvo ahí, pero intentó desligarse de la golpiza mortal. Aseguró que su conflicto fue con los de seguridad y que en ningún momento miró quién se estaba peleando.
Los hermanos Ciro y Luciano Pertossi también dieron su testimonio desde el penal de Melchor Romero. Luciano confesó que rezaba mucho y que maduró rápido en el encierro. Ciro, en cambio, cuestionó el proceso judicial. Sostuvo que era imposible salir con algo a favor porque consideró que ya estaban condenados socialmente desde antes del juicio.


