Represión frente al Congreso: la policía avanzó sobre jubilados, estatales y universitarios en una jornada de protesta contra los decretos de ajuste impulsados por el Gobierno nacional, mientras se desarrollaba la sesión en la Cámara de Diputados. El operativo incluyó gases lacrimógenos, camiones hidrantes y agresiones a trabajadores de prensa.
El despliegue de las fuerzas de seguridad comenzó cerca del mediodía, cuando distintas columnas de manifestantes —entre ellos, jubilados, docentes universitarios, científicos, trabajadores de la salud y empleados estatales— se concentraron en las inmediaciones del Congreso para exigir aumentos, continuidad de programas y el freno a los decretos de disolución de organismos públicos.
Pasadas las 16, la tensión escaló: la Policía de la Ciudad lanzó gas lacrimógeno sobre un trabajador de prensa, y minutos después, un camión hidrante roció con agua a manifestantes que asistían al reportero. El fotógrafo Rodrigo Abd también fue agredido durante la cobertura. “El chorro me pegó en la oreja y me tiró al piso”, relató ante medios televisivos.
Los manifestantes se pronunciaron en contra del veto presidencial a la ley de aumento a jubilados y del intento de cierre de instituciones como el INTA, el INTI, Vialidad Nacional y el Hospital Garrahan. “No somos un gasto, somos quienes garantizamos derechos”, señaló una trabajadora de Vialidad con más de dos décadas de servicio. La Mesa Coordinadora de Jubilados, que marcha cada miércoles, fue una de las protagonistas del reclamo.
En paralelo, bloques opositores en Diputados impulsan la derogación de los decretos que avanzan con el desmantelamiento de áreas clave del Estado. Mientras, en la calle, la bronca crece ante el silencio oficial.