El presidente Javier Milei regresó al país este jueves tras su viaje relámpago a Noruega. Apenas aterrizó en el Aeropuerto de Ezeiza, el mandatario firmó el documento para enviarlo al Congreso. Se trata de la extensa iniciativa conocida como la reforma laboral de Milei, la cual ingresará para su tratamiento en sesiones extraordinarias. El plan fue presentado oficialmente como un programa de modernización y busca flexibilizar las condiciones de contratación en el sector privado.
Cambios en indemnizaciones y despidos
Uno de los puntos centrales del articulado modificó el cálculo de las indemnizaciones. La nueva norma eliminó de la cuenta el aguinaldo, los premios y las vacaciones. Además, creó el Fondo de Asistencia Laboral (FAL). Este sistema de capitalización será administrado por entidades financieras y costeará los despidos.
Para financiar este fondo, las empresas deberán aportar un 3% de la nómina. En contrapartida, el Ejecutivo estableció una reducción permanente de las contribuciones patronales a la seguridad social y obras sociales. Asimismo, la ley habilitó a las pymes a pagar las indemnizaciones en cuotas.
Jornada laboral y sindicatos
El proyecto introdujo cambios profundos en la organización del tiempo de trabajo. Se legalizó la extensión de la jornada diaria hasta 12 horas, siempre que se respete el descanso entre turnos. También se crearon los bancos de horas. Este mecanismo permite a las empresas compensar las horas extras con francos en lugar de pagarlas con recargo.
En cuanto a los gremios, la normativa limitó su financiamiento y poder de fuego. Se suprimió la cuota sindical obligatoria, impidiendo que las empresas retengan dinero sin autorización del empleado. Además, se puso fin a la ultraactividad de los convenios colectivos, obligando a renegociar las cláusulas vencidas. El texto también determinó que los convenios por empresa prevalecerán sobre los acuerdos sectoriales.
Huelgas y paquete fiscal
La iniciativa restringió el derecho a huelga en áreas clave. Se ampliaron los servicios considerados esenciales para limitar el impacto de los paros. El Gobierno prohibió los bloqueos y tomas de empresas, calificándolos como falta grave.
Finalmente, el paquete incluyó medidas fiscales para incentivar la economía. Se redujeron las alícuotas del Impuesto a las Ganancias para sociedades. También se creó un Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI) y se eliminaron impuestos internos a diversos productos electrónicos.


