80 años de historia: así lucirá la Primera Confitería de San Javier

El emblemático edificio, que se encuentra bajo la órbita del Ente de Turismo, será restaurado con una importante inversión de un grupo empresario tucumano. Se estima que las obras demandarán un año de trabajo.

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Fue un ícono de Tucumán. Fue parte de nuestra cultura autóctona. Un punto de encuentro. La imagen de fondo de las fotos del álbum familiar.  Los cincuentones la disfrutaron al máximo. Los treintañeros la vieron en sus últimos años de esplendor. Los más chicos, infortunados, se perdieron un pedazo de historia.
Sin embargo, un ambicioso proyecto de un grupo de empresarios tucumanos promete recuperar la emblemática Primera Confitería, ubicada en el corazón del cerro San Javier, a casi tres décadas de su cierre definitivo y posterior abandono.

Desde marzo pasado, a través de un decreto firmado por el gobernador Juan Manzur y el ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, la construcción pasó a estar bajo administración y custodia del Ente Autárquico Tucumán Turismo (EATT), quien comenzó las negociaciones con un grupo empresario local para conseguir los fondos que permitan la restauración del edificio.

“La idea es volcarlo a la gastronomía y a la prestación de servicios: bar, restaurante y que se convierta en punto de partida para excursiones, cabalgatas y senderismo, entre otras actividades en la naturaleza”, explicó el presidente del EATT, Sebastián Giobellina.
El ambicioso proyecto ya fue puesto a consideración de la Comisión de Patrimonio Cultural del Ente Cultural de Tucumán, que dio el visto bueno y ofreció lineamientos generales para la preservación de su valor simbólico. Desde el Ente de Turismo estiman que las obras demandarán un plazo de un año.
La restauración y puesta en funcionamiento del histórico edificio, explicó Giobellina, tiene una doble finalidad: por un lado, revalorizar nuestro patrimonio y, por otro, recuperar un espacio turístico en las Yungas.

La Primera Confitería de San Javier fue inaugurada el 22 de mayo de 1938 bajo el nombre de Confitería Parque Aconquija. Hasta principios de la década del 90, era el paso obligado de las familias en el camino al Cristo de San Javier. Así, se convirtió en uno de los lugares preferidos para visitar los fines de semana.
La iniciativa de recuperar el edificio forma parte de un proyecto turístico que busca atraer a los visitantes de otras provincias y del exterior para que conozcan el circuito de las Yungas y las maravillas naturales de nuestra provincia.

FUENTE: El tucumano