El sector docente y no docente de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) mantiene firme su reclamo salarial y presupuestario contra el gobierno de Javier Milei. Esta semana está previsto un paro de 48 horas, mañana y el viernes. La medida se repetirá en las siguientes semanas con fechas rotativas. El secretario adjunto de Adiunt, Diego Toscano, pidió mayor compromiso de las autoridades universitarias para intensificar la protesta.
“Al contrario de intentar solucionar, el Gobierno vino con un mal de nafta a quemar caña a imponer un aumento no acordado, impuesto, del 7,5% para todo el año. Nosotros tenemos una desvalorización salarial que ya supera el 50% solo en este año y de más del 100% en lo que va del gobierno de Milei”, expresó Toscano.
El dirigente señaló que los cargos simples reciben solo $6.250 en negro por mes. “Es una vergüenza. Estamos ante un gobierno que ha decidido provocar a los docentes universitarios y a los no docentes. No buscan solucionar los problemas, sino agravarlos en un momento clave”, agregó.
Además, Toscano cuestionó la falta de movilización de la UNT: “No vemos una actitud seria de defender la universidad. En este momento sería convocarse, como el año pasado, a movilizaciones y marchas para mostrar el reclamo. Este año quizás la propia universidad le ha restado cuerpo a la lucha. Y es lo que vemos claramente de parte de las autoridades”.
Por su parte, la secretaria Académica de la UNT, Carolina Abdala, reconoció la legitimidad del reclamo pero planteó su preocupación: “Por una parte comprendemos la situación y somos conscientes de ella. Pero por otra también nos preocupa enormemente el tema de las aulas vacías. Cuando dialogamos con los gremios les pedimos repensar medidas que no afecten tan directamente a la vida cotidiana institucional. Hablamos de clases y de actividades que hacen los chicos, tanto en las escuelas universitarias como en las carreras de grado”.
Abdala también habló de las consecuencias del ajuste presupuestario: “A las tensiones y a las dificultades políticas las enfrentamos como el resto de las universidades. Pero en este momento, a raíz de gestiones que se vienen haciendo, por suerte podemos seguir sosteniendo aquellos proyectos que teníamos planteados desde antes. Obviamente el tema presupuestario nos afecta y significa que hay recortes. Todo se resiente, y sobre todo emocionalmente, por lo que implica en términos salariales para el colectivo docente. Pero también afecta en lo que tiene que ver a cómo uno se predispone para llevar adelante la tarea de enseñar”.