La Legislatura de Tucumán aprobó por unanimidad una nueva ley de salud mental. A diferencia de la anterior, esta norma es provincial y no solo adhiere a la legislación nacional. Establece un enfoque integral y una estrategia interministerial para abordar la problemática.
El presidente de la Comisión de Salud Pública, Gabriel Yedlin, explicó que la salud mental enfrenta una crisis global. “Existe una epidemia silenciosa que ya era grave antes del COVID”, señaló. También destacó la participación de la Organización Panamericana de la Salud en el diseño del proyecto.
Uno de los puntos centrales de la ley es la creación de una mesa interministerial. Esta estructura buscará coordinar políticas entre salud, educación, desarrollo social y seguridad. Legisladores de distintos bloques valoraron ese enfoque transversal y alertaron sobre el impacto negativo de las redes sociales en el aislamiento social.
La ley generó consenso político. Carolina Vargas Aignasse advirtió que los discursos de odio desde el Gobierno nacional agravan el problema. Silvia Elías de Pérez definió a la salud mental como “la pandemia del siglo”. Otros legisladores como Hugo Ledesma y Agustín Romano Norri pidieron visibilizar temas como el suicidio y el consumo problemático.
Por su parte, José Cano recordó el caso de Tatiana, una niña que intentó quitarse la vida por bullying. Afirmó que sin voluntad política ni presupuesto, ninguna ley podrá funcionar.