El Instituto Nobel Noruego concretó este miércoles la entrega del Nobel de la Paz a María Corina Machado en una ceremonia cargada de simbolismo político. Ante la ausencia de la líder opositora, su hija Ana Corina Sosa subió al estrado del Ayuntamiento de Oslo para recibir la medalla y el diploma. El acto se convirtió en una plataforma global de denuncia contra el régimen chavista y de reivindicación de la democracia en Venezuela.
Un mensaje directo al dictador
El momento de mayor tensión ocurrió durante la intervención de Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Nobel. Rompiendo con la habitual diplomacia del galardón, el funcionario lanzó un mensaje contundente hacia Caracas. Frydnes instó a Nicolás Maduro a aceptar los resultados electorales y a renunciar a su cargo. La declaración provocó una ovación inmediata y de pie por parte de los dignatarios y la comunidad venezolana presente en la sala.
El discurso y la odisea del viaje
Ana Corina Sosa fue la encargada de leer las palabras escritas por su madre. El discurso describió la tragedia humanitaria del país, asegurando que el éxodo de nueve millones de venezolanos no son cifras, sino heridas abiertas. También denunció las torturas sistemáticas contra adolescentes tras las elecciones de 2024.
Respecto a la premiada, el Instituto confirmó horas antes que Machado logró burlar el cerco del régimen y salir de Venezuela tras meses de clandestinidad. Aunque no llegó a tiempo para el inicio de la gala, envió un audio asegurando que estaba en camino y a salvo. Se espera su arribo a Noruega en las próximas horas para completar la agenda oficial.
