No son accidentes: “El 90% de los hechos de tránsito se producen por un factor humano”

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El pasado jueves por la madrugada, un hombre murió luego de ser atropellado por el conductor de una camioneta que se dio a la fuga. “Antes de la pandemia Tucumán tenía 409 víctimas fatales por año”, señala el abogado especialista en el tema, Jorge Rodríguez Robledo.

Este viernes la justicia tucumana dictó dos meses de prisión preventiva domiciliaria al conductor de una camioneta que el jueves pasado atropelló y mató al ciclista de 65 años Florencio Sabino Pérez. Después de embestirlo, se fugó y minutos después fue detenido en la capital provincial.

La Unidad de Graves Atentados contra las Personas del Ministerio Público Fiscal (MPF), que conduce el fiscal Pedro Gallo, imputó al conductor del vehículo por el delito de “homicidio culposo agravado por la conducción imprudente y antirreglamentaria de un vehículo con motor, con el agravante de darse a la fuga”.

En diálogo con eltucumano.com el abogado Jorge Rodríguez Robledo, Auxiliar en Educación y Seguridad Vial, asegura que el problema en Tucumán es profundo y cultural. “El Estado tiene que empezar a entender la educación y la seguridad vial como una política de estado. Debe haber un Ministerio Provincial de Seguridad Vial”, indica y añade que, los últimos índices antes de la pandemia cuando se restringió la circulación en la vía pública, revelan que Tucumán tenía 409 víctimas fatales por año. 

Más de una persona por día perdida la vida como consecuencia de la inobservancia de las normas de tránsito. El Estado tendría que tener un ministerio en el que se trabaje de manera interdisciplinaria, y donde no se busque una caja recaudadora sino lo contrario: Hacer políticas publica para la Educación Vial”, explica el letrado especializado en el tema. 

Rodríguez Robledo es enfático cuando comenta que muchos de los siniestros viales no son accidentales. “Muchas veces los medios hacen un mal uso del concepto. El accidente es aquello que no se puede evitar, que sucede de manera espontánea. Pero la realidad es que el 90% de los hechos de tránsito se producen por un factor humano, el que transgrede las normas de tránsito, que toma alcohol y conduce, se pasa la luz de semáforo en rojo, esa conducta va contra la norma. Eso no es un accidente, es evitable”, detalla. “El sujeto, en mayor medida el hombre, es un transgresor constante, al cual le interesa cumplir con la apetencia personal sin importarle las otras personas que están poniendo en riesgo”, manifiesta.

Cabe mencionar además, que durante el primer cuatrimestre de 2022, hubo 75 muertes por accidentes de tránsito en Tucumán. Estos números fueron aportados por la Agencia Nacional de Seguridad Vial, que detalló sobre los siniestros fatales entre enero y abril. El 67% de las víctimas de Tucumán conducían una motocicleta.

Además de la responsabilidad de la persona que va al volante, Rodríguez Robledo se enfoca también en las modalidades que tienen los municipios hoy en día para otorgar licencias de conducir. “Los municipios brindan las licencias a cualquier persona que va y paga por ese trámite. Para obtener la licencia en San Miguel de Tucumán te genera la obligación de hacer un curso de 6 horas de educación vial, que se hace virtual a través de videos. Una vez cumplidos, retiras tu licencia luego de que te revisan los médicos”, señala.

En esta misma dirección indica que la educación vial debería ser transversal a todos los niveles educativos. “Hay que trabajar profundamente desde la educación inicial en adelante. Como establece ley nacional de tránsito, se debe incorporar en todos los niveles de enseñanza la educación y seguridad vial para concientizar a la gente en el uso de la vía pública, donde interactuamos con otras personas. Está en riesgo nuestra persona y todos los que interactúan en ese especio. Debe ser transversal en las carreras universitarias. Es una de las formas de generar seguridad en el tránsito en Tucumán. En la provincia no existe una política de estado seria e inequívoca para trabajar responsablemente y a conciencia en seguridad vial”, recalca.

Cabe recordar que en abril de este año el golfista Armando Zarlenga mató a dos rondines que circulaban en motocicleta a la altura de Mate de Luna al 2600. En las pericias realizadas, se determinó que el deportista tucumano tenía 2,44 gramos de alcohol en sangre, una de las medidas más altas antes de sufrir consecuencias físicas.

En el año 2015 después de haber investigado sobre cuáles son los factores que más repercuten en los hechos de tránsito en Tucumán en la vía pública, Rodríguez Robledo determinó en su estudio que el alcohol y la conducción era el coctel que provocaba mayor cantidad de siniestro es entre jueves y domingos. Eso llevó a que impulse el anteproyecto de legalización de la tolerancia cero en la provincia que está en vigencia desde 2016.

“Hoy han bajado en gran medida los siniestros de tránsito relacionados al consumo de alcohol y la conducción. Pero nos seguimos lamentando víctimas fatales a consecuencia de la inobservancia de las normas de tránsito es por lo que se tienen que trabajar en Tucumán de una forma distinta.  Tenemos que avanzar inculcando educación y seguridad vial”, insiste.

Por último, realiza una crítica sobre el uso que se hace de la recaudación que se junta en materia de seguridad vial. “Muchos funcionarios se jactan de la cantidad de actas que labran. Cuanto mayor cantidad de actas de infracción existan, quiere decir que no se respetan las normas. Por lo que el Estado es deficiente en su tarea de concientización. Además, esa plata que se recauda debería volver en forma de campañas en la vía pública, cartelería que persuada al conductor para respetar los límites de velocidad, entre otras cosas”.

fuente: el tucumano