En 143 carillas el tribunal integrado por los jueces Stella Maris Arce, Eduardo Romero Lascano y Alicia Freidenberg explicó los fundamentos por los cuales decidieron condenar a prisión perpetua a Roberto Carlos Rejas por los crímenes de Milagros Avellaneda y de su hijo Benicio. También los argumentos por los que resolvieron absolver a Estefanía Ávila del delito de encubrimiento.
El 28 de octubre de 2016 Avellaneda fue a casa de Rejas, en San Cayetano, con el hijo que tenían en común. El condenado, al verlos llegar, los hizo subir a su Volkswagen Gol Trend. “Rejas, que conducía el vehículo, de manera premeditada, portando su arma reglamentaria y valiéndose de su conocimiento como policía en actividad y perito criminalístico, los llevó al parque 9 de Julio donde mantuvo una violenta discusión con Avellaneda y le propinó golpes porque la víctima le adjudicaba insistentemente la paternidad del niño, fruto de un encuentro mantenido en 2014”, dice la acusación fiscal, que fue tomada por el tribunal. Además se destaca que: “actuando sobre seguro le quitó la vida a Milagros y Benicio con la finalidad de ponerle fin a la amenaza que representaban la joven y su hijo en su vida laboral y en la relación de más de nueve años que mantenía con Estefanía Ávila”. Y finalmente esa noche: “para encubrir su acción trasladó los cuerpos en el baúl de su auto hasta un lugar indeterminado hasta la fecha, donde ocultó los cadáveres”.
Argumento de una jueza
“No tengo dudas de que estando en el parque Rejas hizo efectiva la advertencia previa que le había hecho a Milagros de que no lo buscara más y que le pegó… Rejas ya había demostrado la agresividad que poseía y más allá de que ante el tribunal no haya negado, su personalidad se encargó de confirmarlo”, consideró la presidenta del tribunal, Arce, quien además subrayó como una verdad que Rejas fue el último en ver con vida a Milagros y a Benicio. “Rejas nunca volvió a su casa en la madrugada del 29, la tecnología lo delató… Cuando se le revisó el teléfono a Rejas la información extraída acreditó la falsedad de sus dichos (declaró haber vuelto a media noche)… Recién a las 8.25 se registró una conexión de su teléfono en la red de internet de su casa”, señaló la magistrada.
Arce calificó de ilógica la versión que dio Rejas sobre un viaje a Monteros esa noche para ir a ver a una chica a la que ni conocía. “Rejas sí fue al sur, pero no contaba con la posibilidad de que sea descubierto. Pudo el celular para que no revele registros esa madrugada, su auto no tenía GPS y testigos no había”, dice la jueza.
“Las pruebas de audios y mensajes entre Milagros y su amiga Flavia me dan la convicción de certeza de que a Milagros Rejas le pegó en el interior del auto, que los golpes generaron pérdida de sangre, más allá de que se intentó borrar las manchas y se logró dificultar un estudio de ADN. No tengo dudas que la entidad de los golpes tuvieron la idoneidad de provocar la muerte de Milagros. Ese día ella y Benicio dejaron de existir”, afirmó, contundente, Arce.
La jueza, indica que Rejas intentó seguir con su vida normalmente, como si nada hubiera pasado, hasta el 31 de ese mes, día en el que se topó con el reclamo de Amalia Ojeda, madre de Milagros, quien lo denunció.
Este es sólo el inicio de la sentencia de uno de los casos que más conmocionó a los tucumanos en los últimos días. El resto de la sentencia será analizada íntegramente por nuestro diario en próximas ediciones.
Fuente: La Gaceta



