Mario Celestino Pomar había nacido el 1 de abril de 1920, más conocido como Mario Corrales, fue un cantor argentino, destacó su calidad interpretativa en el género del tango, fueron sus padres Adrián Corrales y Margarita Mac Micking; él tenía un aire a su madre que era de ascendencia irlandesa, se inició en el canto profesional usando su verdadero nombre a los 18 años con la orquesta de Federico Scorticati en LR3 Radio Belgrano.
El 8 de mayo de 1939 hizo su primera grabación acompañado por la Orquesta Típica Víctor: el vals “Vuelve otra vez”, de María Teresa Lara y la ranchera “La mentirosa”, de José Luis Padula con letra de Lito Bayardo. Siguió con otros registros con la misma orquesta, el último el 10 de mayo de 1940 con el vals “Temo”, con letra de Atilio Gálvez (Atilio Manuel Perasso) y música de Aguariguay (Mario Luis Rafaelli).

En 1940 tuvo un paso fugaz por la orquesta de Miguel Caló sustituyendo a su hermano Roberto y a continuación pasó, también por poco tiempo, por la orquesta de Joaquín Do Reyes. Estuvo después, ya en 1943, junto al cantor Alberto Serna en la orquesta dirigida por el violinista Antonio Rodio, con quien grabó la milonga “Tabú” de Tití Rossi y Ricardo Thompson y el tango “Canyengue” de Salvador Ripu y Julio Medrano.
En 1946 junto a Enrique Campos se incorporó a la orquesta de Francisco Rotundo, actuando por LR4 Radio Splendid y como artistas exclusivos de la Confitería La Armonía de la avenida Corrientes.
A mediados de 1947 el excelente pianista y director Osmar Maderna que había trabajado junto al cantor en la orquesta de Caló lo llevó a su orquesta en reemplazo del cantor Orlando Verri que se había separado y en la oportunidad tuvo de compañero al cantor Pedro Dátila.
Así deviene su retorno al disco, el 20 de noviembre de 1947, con el tango de Alberto Castellanos y Mario Gomila “Ausencia” que tenía en el otro lado el instrumental de Agustín Bardi, “El baquiano”.
En febrero de 1951 el maestro Carlos Di Sarli volvió a la actividad luego de dos años de ausencia y convocó para su orquesta a músicos de la importancia de Federico Scorticati, Félix Verdi, Ángel Ramos en los bandoneones; Roberto Guisado, Simón Bajour y Adolfo Pérez en los violines y Alfredo Sciarreta en el contrabajo, así como al cantor Oscar Serpa, que había pasado por las orquestas de Osvaldo Fresedo, Horacio Salgán y Ricardo Pedevilla.
Di Sarli también contrató a Mario Corrales, quien a partir de su debut con la nueva orquesta el 16 de marzo de 1951 en el auditorio mayor de Radio El Mundo pasó a usar, por sugerencia del director, el nombre artístico de Mario Pomar. Muy buen fraseador, cantor al que le iban de maravillas los temas dramáticos, de buen gusto interpretativo, siempre utilizó su verdadero nombre, Mario Corrales, después de escuchar a muchos cantores se decidió por otro cantor que fue Oscar Serpa, siempre las orquestas tenían dos o tres cantantes, este fue el afirmado y brillante intérprete que pasó por las orquestas de Osvaldo Fresedo, Horacio Salgán y, en ese momento estaba con Ricardo Pedevilla.
El notable pianista y director venía de un alejamiento del medio, cuando vuelve al ruedo y arma una orquesta con el estilo que tanto lo definió, hasta convertirlo en un ícono. Debuta con dos cantores uno fue el mendocino Oscar Serpa, que ya había militado anteriormente en la formación y Mario Pomar.
Del paso de Pomar por la orquesta de Di Sarli se recuerdan especialmente “Se muere de amor”, de Pedro Maffia y letra de Cátulo Castillo, “Tangueando te quiero”, de Di Sarli y Héctor Marcó y “Tengo un amigo”, de Arturo Gallucci y Julio Camilloni, todos registrados para Music Hall, “Tormenta”, una de las obras más profundas de Enrique Santos Discépolo, en 1954 para Víctor y “No me pregunten por qué”, tango de Di Sarli y Reynaldo Pignataro, grabado para Music Hall en 1952 y para Víctor en 1954.
Pomar volvió a los estudios de grabación, el 15 de noviembre de 1951, con el tango “Nido gaucho”, un notable éxito del director, con versos de Héctor Marcó. Pero a mediados de 1954, Di Sarli volvió al sello donde hizo historia, RCA-Victor.
Entre la obra más importante que grabó en esta etapa, cabe mencionar el tango de Di Sarli y Reynaldo Pignataro “No me pregunten por qué”, que lo registró dos veces, una para Music Hall en 1952 y otra en la Víctor, en 1954 y, ese mismo año, quizás la más brillante de sus interpretaciones, “Tormenta”, una de las obras más profundas de ese poeta superior que nos dio el tango, Enrique Santos Discépolo.
Lamentablemente, a fines de 1955, por problemas contractuales, se produjo el alejamiento de todos los integrantes de la orquesta, siendo la última grabación de Pomar, su segunda versión de “Nido gaucho”, el 16 de septiembre de 1955, que recordemos, fuera estrenado en el surco por Alberto Podestá, en el año 1942.

A partir de 1956, parte de los músicos con Serpa y Pomar forman Los Señores del Tango. Actuaron con bastante éxito en Radio Belgrano y grabaron para Music Hall. Pero a partir de 1960, padecieron las consecuencias que le tocó vivir a todo el tango, el abandono sistemático de la industria, las emisoras radiales y los canales de televisión. Por tal motivo se separaron.
Mario Pomar fallece en Buenos Aires, el 21 de mayo de 1987, con 67 años recién cumplidos.
Ing. Aldo Escobar
