La magia de Diego Torres, Paz Martínez y Los Nocheros en la Séptima Luna de Cosquín

El público de la plaza Próspero Molina disfrutó del talento de los artistas consagrados y emergentes.

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Paz Martínez cantó en la Séptima Luna de Cosquín.

La plaza Próspero Molina se vistió de fiesta durante la Séptima Luna en el Valle de Punilla, donde a partir de las 22 hs, se presentó el Ballet Oficial del festival con la nueva versión del himno Cosquín empieza a cantar.

Luego subió al escenario Atahualpa Yupanqui, el músico y compositor tucumano, Paz Martínez, quien deleitó al público con su emotiva interpretación de “Luna Cautiva” del Chango Rodríguez.

Paz Martínez también habló en conferencia de prensa sobre sus inicios en la música: “Empecé mi carrera como cantante de folklore, con mis compañeros de Rosario que grabamos el himno de Cosquín hace muchos años, esa versión llamada “Cosquín empieza a cantar”, estuvo más de 35 años. Yo comienzo mi carrera aquí, luego sigo con el Trío San Javier, hasta que un día llevé a una compañía discográfica, tres lindas canciones que había escrito y ahí me ofrecieron una carrera de solista”.

La noche continuó con la destacada presencia de Raúl Barboza, quien está radicado en Francia, pero permanentemente siempre viene invitado al festival de Cosquín. Este músico académico, cuenta con una trayectoria de 76 años y es considerado un maestro del acordeón, pero también embajador de la música chamamecera a nivel mundial. Barboza estuvo acompañado por Nardo González en guitarra y Cacho Bernal en percusión.

Un momento histórico se vivió en la séptima noche del festival con la presencia por primera vez de Diego Torres en la Plaza Próspero Molina. El cantante emocionó al público interpretando clásicos como “Balderrama” y “Alfonsina y el mar”, pero también cautivó a todos al compartir el escenario con los hermanos Facundo y Miguel Toro para una versión especial de “Zamba para olvidar”.

En la conferencia de prensa mostró su alegría de estar por primera vez en el festival: “Estoy muy contento y feliz de estar acá, tenía pocas ganas de bajarme del escenario porque para mí era muy importante venir a un festival tan emblemático y con mucha historia como el de Cosquín, donde estuvo mi madre hace mucho tiempo. Era una cuenta pendiente estar en este escenario. Me tratan mejor que en mi casa, me quedaría a vivir aquí, la gente es divina, tiene mucho amor y cariño, además está muy conectada con las canciones, por eso disfrutamos juntos el show”.

En la velada también hubo una fusión de tradición y modernidad con el grupo Guitarreros, un cuarteto salteño que enamoró al público presente en la Plaza Próspero Molina con una gran actuación.

El conjunto expresó lo siguiente sobre su participación en el festival: “Las emociones se mezclan y estamos acá de vuelta en Cosquín cantando, es como el primer día y esperemos que siga siendo así por todos los años que vengan”.

La Séptima Luna finalizó con una celebración especial, ya que Los Nocheros conmemoraron 30 años de su Consagración en Cosquín. Pero, además de deleitar al público con sus éxitos, el ahora trío salteño, dio espacio a otros artistas emergentes como “Sin Límites” y “Cara Feo”, en un gesto de generosidad y apoyo a las nuevas generaciones de músicos folklóricos. La noche en el Valle de Punilla llegó a su fin con una ovación de pie y la entrega de la Guarda Coscoína a Los Nocheros, cerrando así una jornada llena de emoción, encuentro y calidad en uno de los festivales más importantes de la Argentina.

Los Nocheros hablaron sobre las sensaciones de estar una vez más en el escenario de Cosquín: “Las sensaciones acá en Cosquín siempre son intensas, aquí comienzan muchas cosas para tantos artistas, pero para los que ya nos pasó eso, el encuentro con toda esta gente es una renovación”.