La inflación de julio fue del 1,9%, acumulando un 36,6% interanual y un 17,3% en los primeros siete meses del año, según el Indec. El dato muestra una aceleración respecto al 1,6% registrado en junio.
El traslado a precios de las tensiones cambiarias fue moderado, ya que gran parte de la suba del dólar (14% en el mes) ocurrió en los últimos días, por lo que su impacto se espera con más fuerza en agosto.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central proyectaba un 1,8% para julio, cifra cercana a la oficial. Consultoras como Analytica, Equilibra, C&T y LCG también estimaban un 1,9%, mientras que BBVA Research calculó un 2,1% y Orlando Ferreres un 1,8%.
En el desagregado, los precios regulados lideraron la suba con +2,4%, mientras que los estacionales aumentaron menos del 2%. El IPC Núcleo también creció 1,9%.
Con estos números, la inflación de julio se alinea con las previsiones privadas y deja un escenario de mayor presión para agosto, cuando se espera que se refleje plenamente el efecto de la inestabilidad cambiaria.
