Yo a los 25 años quedé embarazada, me entere que esperaba mellizos, a los 3 meses comencé con amenaza de aborto, estuve internada hasta que nacieron (29 semanas) a los 4 meses y medio después de tantas revisiones de los médicos rompieron la bolsa de uno de ellos, a los 5 meses de embarazo comencé con picor en todo mi cuerpo y entre en terapia intensiva por miedo a un aborto espontáneo.
Me controlaron, a los 6 meses ya no aguantaba la picazón y me pusieron inyecciones para tener parto normal. Estuve desde las 9 de la mañana hasta las 16:00 esperando por la cesárea hasta que me la hicieron con riesgo altísimo de morir yo y mis hijos en quirófano, pero opté por morir yo y que mis bebés estén bien, nacieron a las 16:30 (Elías Yuthiel) y 16:45 (Geremías Ibrahim), desde que llegaron estuve enamorada de ellos, eran mi vida entera.
Dos días sin poder levantarme por la cesárea tenía un dolor horrible, los conocí a los 3 días, mis hijos eran lo más hermoso que habían llegado a mi vida, pero de repente se trasformó en un infierno, a los 7 días Geremías estaba con mocos y sonda de alimentación. A los 8 días me dicen la enfermera y la doctora “tu bebé tiene síndrome de Down” era Geremías. Yuthiel tenía otro síndrome que nunca pudieron descubrir.
A los 9 días salí a hacer sus documentos y me llaman de urgencia a terapia intensiva de maternidad, voy y la Dra. me esperaba en la entrada, me dice Geremías está muriendo.
Entré y vi a Yuthiel muerto, tuvo un paro cardiorrespiratorio lo vi dar sus últimos suspiros en mis brazos, estuve hasta las 8 de la mañana sin dormir pensando que a Geremías le iba a pasar lo mismo por la su condición de prematuro. 5 días no fui a neo a ver a Geremías, pase el duelo, después de esos días vuelvo a maternidad en un río de lágrimas y depresión y la Dra. me dice que podía darlo en adopción porque hacía días que no iba a verlo, les dije que me lo quedaría porque era mi otra parte de mi vida.
A los 3 meses de estar en neo se contagia de neumonía, no salía de ninguna manera, le daban horas y mi hijo demostró ser un roble, salió de esa, lo mandaron a casa, y a las 24 horas comenzó con convulsiones y falta de aire.
Hospitalizado 5 meses más porque necesitaba oxígeno, pedí ayuda al Si.Pro.Sa, ANSES, y demás. Logré que me den el oxígeno para casa, antes de salir de maternidad (la Dra. que se hace llamar pediatra) sabía que mi bebé no sabía succionar y se bronco aspiró, ella me culpaba a mí de su negligencia.
Estuvo 30 minutos morado, yo lloraba e imploraba al médico que me lo devuelva (estuvieron una hora tratando de resolver el tema los médicos negligentes de allí, estaban todos hasta el gastroenterólogo).
Conclusión de todo, vino un médico del Hospital del Este que lo hicieron llamar y me dijo “mamá (con su mano en mi hombro) lo mato o lo revivo le pondré una inyectable” y le dije que si (seguía sola no tenía a nadie a mi lado) mi vida se derrumbaba cada minuto, le pone un inyectable y seguía morado, el médico me lo entrega en brazos en ese momento me vómito y volvió a la vida me miro y me sonrió. Amé ese momento que jamás me olvidare moriré con ese recuerdo.
Aprendí a ser la enfermera de mi hijo, al salir del hospital busqué médicos de estimulación, terapistas ocupacionales, fonoaudiólogas, kinesiólogas, gastroenterólogos, neumólogos y millones de médicos que en tres años voy conociendo, más de 200 médicos en tan poco tiempo.
Jamás me quede sentada, mi hijo al ser inmunodeprimido siempre se enferma en etapas de frío, andamos de un lado para el otro jamás baje los brazos, mi familia me decía de que él es un bebé especial y que yo no le daba atención. Cansada de cambiar médicos decidí seguir buscando y encontré 2 personas maravillosas que hace 1 año lo tratan (Lourdes Castro Moyano y Cecilia Huerta) mi vida no fue fácil aprendí a valorar a los que me aman y a dejar de lado a los que quieren hacerme daño, aprendí a manejarme sola sin pedir ayuda, aprendí a ser fría con quien se lo merece.
En 3 años mi vida se transformó en un infierno y en lo más hermoso que la vida me dio.
Vivimos en médicos y les aseguro que yo y Geremías estamos hartos de médicos y esto y aquello. PERO MI HIJO ES UN ROBLE Y ES UNA SITUACIÓN QUE LA VENCIÓ HOY. El médico dijo que está muy bien solo es moco. UNA PRUEBA QUE LA VIDA NOS PUSO, jamás nos dimos por vencidos y yo estoy para él soy su leona y matare a cualquiera si le hicieran daño, él es mi amor, mi vida, mi rey y mi mundo. Es mi pedazo de vida sin él mi vida no tendría sentido, esa es mi historia. SOMOS SOLO YO Y EL Y NOS CUIDAMOS MUTUAMENTE.