Hoy es el Día Mundial contra el Bullying: una tarea de todos

Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), uno de cada tres niños es víctima del bullying, una afección que se da a diario entre los menores de edad

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Lamentablemente el bullying sigue siendo noticia. Sin embargo, muchas veces utilizamos el término de manera equivocada ante una pelea o un acto de discriminación puntual, lo que hace que la cuestión se banalice y pierda su sentido más importante.

Las pruebas Aprender, realizadas por la Secretaría de Evaluación Educativa dependiente del Ministerio de Educación de la Nación, además de generar información oportuna y de calidad para conocer mejor los logros alcanzados y los desafíos pendientes en torno a los aprendizajes de los estudiantes, hacen foco en el clima escolar que “refiere a cómo se sienten los estudiantes en la escuela” y tiene en cuenta entre diversos temas, el bullying.

Según la Lic. en Ciencia de la Educación, María Victoria Masiuk: “El bullying es el acoso sostenido en el tiempo entre pares en el ámbito escolar, tanto físico como psicológico. Los actores que intervienen son la víctima (quien es blanco del acoso), el victimario (quien realiza el hostigamiento y puede ser más de una persona) y los espectadores (quienes ven la situación y no intervienen pero saben que sucede algo que no está bien)”.

Las pruebas Aprender mencionan como principales víctimas a quienes se sacan buenas notas, a los que les va mal en el colegio, y también hablan de discriminación por religión, etnia o nacionalidad. Estos conflictos se suelen invisibilizar en la institución, y para poder resolverlos, lo primero que se debe hacer es aceptar que el problema existe, y reconocer que se necesita la ayuda profesional para todo el grupo implicado.

Según explica Masiuk, para que esto sea posible es necesaria la cooperación de lo que llamamos “tríada familia-escuela-comunidad”, ya que los modelos sociales que se ven en el día a día se copian y llegan a la escuela. Al respecto, la Psicóloga Lucrecia Ford (M.N. 65310, M.P. 25786) afirma que “la visibilización del conflicto permite el abordaje desde la comunidad educativa, para lo cual es fundamental la aplicación de protocolos anti-bullying.

Según la psicóloga, “el bullying es una expresión de la violencia que se vive a nivel global en nuestra sociedad y del debilitamiento del lazo social actual” y, además, sostiene que un error frecuente es revictimizar, es decir, echarle la culpa de la situación a la víctima y darle ayuda profesional solamente a esa persona, dejando de lado al resto de los actores.

Otro punto sobre el que hacen foco las pruebas Aprender es lo que se conoce como ciberbullying, cuando menciona “insultan, amenazan o agreden a otros compañeros por redes sociales”. Si bien es importante la detección de estos problemas para darles una pronta solución porque sus consecuencias -sobre todo psicológicas- pueden ser graves para quién es hostigado, el principal foco se encuentra en la prevención.

Ámbitos de enfoque para abordar el bullying

La familia: deben perpetrar una comunicación fluida que permita resguardar la intimidad de los hijos pero habilite la exteriorización de situaciones donde a los adolescentes se le plantee un dilema o conflicto.

Grupo de pares: representan la mayor red de contención y ocupa un lugar significativo para la conformación de habilidades sociales y comunicativas. Lo que se ponga en juego en el grupo impactará en todos sus integrantes, y a la vez el aporte de cada uno será singular e intransferible.

Los medios masivos de comunicación y las redes sociales: desempeñan un rol fundamental. No solo de propagación de ciertas normas y modas, sino que también tienen un papel de formadores de opinión, de ahí que surge la figura de influencer, ciertos personajes que por hacerse visibles en los medios manifiestan posturas e ideologías que son de importancia para los adolescentes.

La escuela: si bien es considerada de suma trascendencia por su función académica, ocupa una función igualmente importante en cuanto a lo social. La trasmisión de la cultura, valores, principios y costumbres es inherente. Forma y aloja ciudadanos que se adaptan a un consenso social.

Las leyes: que nos hacen comprender las mismas reglas y tener los mismos derechos.

En Argentina, el bullying se enmarca en la Ley 26.892 que se basa en la promoción de una buena convivencia para evitar estos episiodios de discriminación y acoso sostenido, y mediar a través del diálogo los casos en los que ya se dan situaciones de violencia.