Hace una semana desapareció Alberto Ramírez y podría haber un testigo

A seis días de la desaparición del abuelo de 80 años, su familia sigue esperando una llamada que les devuelva el alma al cuerpo. “No nos dan consuelo con lo que nos dicen”, se lamenta una de las hijas del hombre que es intensamente buscado por varias divisiones de la Policía de Tucumán. CÓMO RECONOCERLO.

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Estamos desesperados, no sabemos qué más hacer”, confiesa Miriam, hija de Alberto Ramírez, de 80 años, desaparecido desde el 20 de julio en Tucumán, el Día del Amigo más triste que vivió la familia Bellido de Yerba Buena. El abuelo a quien sus nietos también llaman “papá” salió de su casa ese día alrededor de las 16. Su nieto mayor, Diego, con quien comparte habitación, le puso sus zapatillas, le ayudó a ponerse de pie y, cinco minutos después, sin explicación lógica aparente, desapareció sin dejar rastro alguno.

Desde la fecha de la desaparición se realizaron numerosos operativos de búsqueda, coordinados en su mayoría por personal de la Comisaría de Yerba Buena. Un día después se sumó a las tareas investigas a Wanda, la perra de búsqueda de la Policía de la Provincia, que rastrea con la ayuda de un pullover y una bufanda que había usado el abuelo recientemente. También se solicitaron filmaciones de cámaras de seguridad de casas cercanas al domicilio de Alberto y, desafortunadamente, ninguna de éstas arrojó resultados positivos. “Nos mostraron un video de un hombre parecido a mi papá, pero no era él”, asegura Miriam, quien además aprovecha para descargarse y señalar que hay comisarías que no estaban enteradas de la desaparición de su padre. “Anduvimos en la 11ava, en la 5ta, en la 12ava y ninguna sabía nada; ¿qué hay que hacer para que la Provincia se movilice para buscar a mi papá?”, se recrimina.

Este lunes, parte de la familia Bellido recorrió comisarías y hospitales en busca de respuestas. Otra parte continuó la búsqueda junto con la Policía por el área que Alberto solía recorrer a pie, antes de que su alzhéimer hiciera que olvide buena parte de sus recuerdos. Desde el entorno familiar adelantaron que pedirán la colaboración de la Fundación Marita Verón, especializada en delitos de trata de personas.

Del “nadie vio nada”, el comisario de la división de Delitos contra las Personas de la Brigada, Adrián Moreno, confirmó a este diario que al fin un testigo afirmó haber visto a Alberto la tarde que desapareció. “Hay un testigo, un vecino de la esquina de su casa que estaba junto a su novia en ese momento, y dice que lo vio salir de su domicilio”, señala Moreno, quien descarta cualquier otra hipótesis distinta a la de una desaparición a causa de un descuido. Gracias a éste único testimonio se pudo saber que el abuelo se dirigió hacia el norte, en dirección a la avenida Presidente Perón, donde se focaliza la mayor parte de la tarea de rastrillaje. “El hombre tiene problemas seniles, se pierde, poco habla, entonces se complica la búsqueda. Por eso, no solo se hacen rastrillajes, recorremos barrios, puentes y otras zonas donde suele haber personas sin techo, porque muchas veces estas personas son confundidas con mendigos”, agrega.

Como la esperanza es lo último que se pierde, la familia también está pegando afiches con la foto de Alberto por toda la Capital, especialmente por el microcentro. En este sentido, y pese al tiempo transcurrido y las características físicas del desaparecido, el comisario Moreno no pierde la fe en encontrar al abuelo sano y salvo. “Siempre está la esperanza. Hace tres semanas encontraron en Santiago del Estero a una persona de Córdoba extraviada hace un año; tenemos que tener un poquito de suerte en estos casos”, indica y revela una de las principales razones de los casos de desaparición: “Generalmente son problemas psicológicos. En el caso Spuches, por ejemplo, él estaba muy deprimido por una separación reciente, lo seguimos buscando. A veces las personas deciden irse y no volver a casa y otras veces se los encuentra y no quieren volver”.

En los últimos días, la familia descartó la aparición de Alberto en dos ocasiones. La primera vez, se dio aviso de un hombre mayor en Lomas de Tafí que no recordaba su domicilio. La segunda vez, en Tiro Federal, un hombre con características muy similares a las del desaparecido llamó la atención de los agentes. “Lo vamos a seguir buscando”, asegura el comisario Moreno. Del otro lado, una familia desesperada reza por la aparición sano y salvo. “Nada de lo que nos dicen nos da consuelo, porque no nos dicen nada”, se lamenta Miriam.

A casi una semana de la desaparición de papá Alberto, la búsqueda continua y continuará hasta que haya algún indicio de algo. Quien pueda aportar datos, se solicita comunicarse al 911 o al siguiente celular: 3814744822.

Cómo reconocer a Alberto

Alberto Ramírez tiene 80 años y se domicilia en Iramain al 2000 (zona cercana al mástil de Yerba Buena). Salió de su casa sin ser detectado alrededor de las 16 de este último martes 20 de julio. Vestía un buzo polar verde oscuro, un jogging –estilo babucha- negro con líneas delgadas blancas a los costados y unas zapatillas azules con tiras celestes en los laterales exteriores. Alberto padece alzhéimer y párkinson avanzados. Tiembla mucho, camina dando pasos cortos, se babea y casi no habla. Responde perfectamente a su nombre.

Fuente el tucumano

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