La goleada histórica de Argentina a Brasil en el Monumental marcó un nuevo capítulo dorado para la “Scaloneta”. A pesar de no contar con Lionel Messi, la Selección Nacional desplegó un juego avasallante y venció 4 a 1 a una Brasil desdibujada. Con esta actuación, el equipo de Lionel Scaloni reafirmó su solidez y hambre de gloria.
Desde el primer minuto, Argentina impuso condiciones. Julián Álvarez abrió el marcador con una definición brillante que encendió la fiesta en Núñez. Luego llegó una obra maestra colectiva: tras 33 toques, Enzo Fernández empujó la pelota al gol tras un centro de Nahuel Molina. El dominio no se detuvo: Mac Allister marcó el tercero tras asistencia de Enzo, y Giuliano Simeone sentenció la goleada en su primera intervención.
Brasil apenas pudo descontar gracias a un error de Cristian Romero. Pero fue solo una anécdota en un partido en el que la albiceleste jugó como quiso, dejando sin respuestas al equipo dirigido por Dorival Júnior.
Más allá de los nombres, lo que quedó claro es que la estructura táctica de Scaloni se mantiene firme y adaptable. El 4-1-4-1 funcionó a la perfección y demostró que Argentina tiene un plantel profundo, con recambio y funcionamiento colectivo. El mensaje fue contundente: este equipo no se conforma con lo logrado.
