Lionel Messi fue clave en la victoria de Inter Miami sobre Porto por el Mundial de Clubes: fabricó una falta al borde del área y luego la transformó en un gol memorable que significó el 2-1 definitivo. El conjunto estadounidense arrancó abajo, pero con una gran segunda parte logró revertir el resultado en un partido cargado de emoción.
El tanto de Messi llegó en un momento clave. El equipo de Florida había empatado gracias a Telasco Segovia y necesitaba algo más para imponerse ante un Porto que había golpeado primero con un polémico penal. En ese contexto, el 10 argentino tomó la responsabilidad, ejecutó el tiro libre con maestría y desató la locura en el estadio.
El público, anticipando lo que podía pasar, coreó su nombre desde el momento en que cayó la infracción. Messi miró al arquero Cláudio Ramos, se perfiló con precisión y colocó la pelota al costado de la red, imposible de atajar. Una vez más, el rosarino demostró por qué sigue siendo decisivo en los momentos determinantes.
Inter Miami tuvo un primer tiempo flojo, pero la sociedad entre Allende y Weigandt dio lugar al empate parcial, antes del gol de Messi. El equipo de Gerardo Martino ahora se instala como uno de los animadores del torneo, en una edición del Mundial de Clubes cargada de figuras.