Para evitar posibles ataques terroristas y la entrada de gente en sitios en los que no debería estar, la organización desplegará un sistema de reconocimiento facial como pocos hasta ahora. Se seguirá usando un sistema de identificación con fotografía, pero los usuarios ya no tendrán que mostrársela a los empleados.
En vez de eso, las cámaras dispuestas por los estadios registrarán e identificarán el rostro de todas las personas; aunque sólo aquellas que pasen por ciertas zonas reservadas, con una tecnología conocida como NeoFace.
Se espera que el sistema, desarrollado por NEC, tenga que reconocer entre 300.000 y 400.000 personas, todo un logro técnico; además de los atletas, también se aplicará a los periodistas y organizadores. De esta manera, dará igual que alguien robe una tarjeta; si su cara no está incluida en el sistema, este detectará la intrusión y avisará automáticamente a seguridad. NEC presume de poder incluso distinguir a gemelos idénticos.
Sin embargo, la organización ha sido rápida en asegurar que este sistema no se aplicará a los espectadores. A estos sólo se les requerirá la entrega de las entradas y la comprobación del equipaje, como en anteriores Juegos. El temor a que este sistema se use para controlar a la población y a los turistas que visiten Tokio es evidente; aunque el gobierno japonés ya ha implementado este mismo sistema en el aeropuerto de Haneda.
FUENTE: OMICRONO