El presidente Javier Milei estableció un plazo concreto para el descenso definitivo de los precios esta semana. El mandatario aseguró que el fin de la inflación se consolidará hacia agosto de 2025, momento en el que el índice mensual comenzaría con un cero adelante. El jefe de Estado fundamentó su pronóstico optimista en la teoría de los rezagos de la política monetaria. Él explicó durante una entrevista que el saneamiento del Banco Central, finalizado a mediados de 2024, mostrará sus resultados más contundentes tras un período de 26 meses. Milei citó una tesis doctoral de la Universidad de Córdoba para respaldar matemáticamente estos tiempos económicos.
Las proyecciones del mercado
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) coincidió parcialmente con la visión de la Casa Rosada. Los especialistas estimaron que diciembre de 2024 sería el último mes con un registro superior al 2%. Los analistas proyectaron que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) perforaría ese piso en enero y descendería hasta el 1,5% para mayo. Sin embargo, el mercado mantuvo una dosis de cautela respecto al largo plazo. El REM calculó una inflación total del 19,6% para el año 2026. Este dato arrojó un promedio mensual superior al 1%, cifra que contrastó con el objetivo de estabilidad absoluta que planteó el Ejecutivo.
Luces de alerta
Las consultoras privadas encendieron algunas alarmas sobre la coyuntura inmediata a pesar de la tendencia general a la baja. La firma EconViews advirtió que la inflación núcleo subió al 2,6% en noviembre. Este valor representó el nivel más alto desde abril y marcó la primera aceleración interanual de la era Milei. Los expertos sugirieron que el ajuste del tipo de cambio influyó en este rebote.
Por su parte, el economista Lucio Garay Méndez, de Eco Go, puso el foco en los precios mayoristas. El análisis detectó que los productos manufacturados aumentaron un 2,3% y la energía eléctrica un 1,5%. Los especialistas señalaron que estos costos de producción mantienen una inercia que podría empujar al IPC general nuevamente por encima del 2% en el corto plazo. Milei, no obstante, insistió en que la cantidad de dinero funcionará como el ancla nominal definitiva para alcanzar la meta.


