La Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina reveló que su personal se infiltró durante meses en fiestas electrónicas clandestinas sin ser detectados por los organizadores.
Esto permitió recolectar pruebas que permitieron a la Fiscalía atribuir a los sospechosos su participación en el tráfico de pastillas de éxtasis.
Una de las características de estas fiestas electrónicas era mantener en secreto su ubicación hasta minutos antes de comenzar. Otro punto importante es que las entradas las vendían a $20.000 a través de redes sociales, donde también ofrecían la posibilidad de obtener estupefacientes como metanfetaminas, ácido lisérgico, ketamina y marihuana, entre otras sustancias.
Por este motivo, la Fiscalía ordenó a la División Antidrogas Tucumán de la Policía Federal encontrar a los organizadores y colaboradores de estas actividades ilícitas, identificando la fecha y ubicación del último evento clandestino.
La Policía realizó un gran despliegue el domingo en una finca en la ciudad de Tafí Viejo, donde se llevaba a cabo una fiesta “after”. En este lugar detuvieron al organizador y a otro sospechoso que capturaba a jóvenes adictos a estas sustancias.
Además, de manera simultánea, otro grupo de efectivos allanó un domicilio en la Capital tucumana, donde se logró detener a un colaborador.
