La jueza Soledad Hernández dictó la prisión preventiva para Facundo Ale por 83 días. La magistrada consideró que su versión sobre el tiroteo en Tafí Viejo no era creíble. Tras la audiencia, las autoridades trasladaron de inmediato al joven al penal de Benjamín Paz. Su propio relato había derrumbado la estrategia defensiva.
Durante la audiencia, Facundo Ale intentó justificarse. Afirmó que solo fue a la fiesta a buscar a unos amigos y que le dispararon primero. Según su versión, un conocido le entregó un arma de bajo calibre para que pudiera defenderse. Sin embargo, su testimonio entró en fuertes contradicciones. Chocó con declaraciones previas, como la de su padre, y con la hipótesis de la fiscalía. Los investigadores sostienen que la balacera se originó por una interna de la barrabrava de San Martín.
El fiscal Mariano Fernández cuestionó duramente la declaración del acusado. Señaló que los investigadores sospechan que utilizó una pistola 9 mm, un arma de guerra. Esta versión se opone al relato de Ale, quien habló de un calibre 22. Además, el acusado no pudo identificar a quien le dio el arma y dio una versión confusa sobre cómo se deshizo de ella. Estos puntos debilitaron aún más su postura.
Finalmente, la jueza Hernández avaló la teoría de la fiscalía. Argumentó que existían “riesgos procesales” para sostener la medida, ya que Ale “tiene recursos para evadir a la Justicia”. Ante un pedido de la defensa, la jueza también dispuso que sea alojado en un pabellón diferente al de Javier “Chuky” Casanova. La medida busca garantizar su seguridad dentro del penal.